La Clínica de Fisioterapia Silleda, en la calle María Colmeiro del casco urbano de Trasdeza, registró un hurto en la madrugada de ayer. La dueña del negocio, Sonia García, explica que ayer cuando se disponía a abrir el local, se encontró con que el bombín de la puerta de acceso estaba reventado. Dentro, en la caja registradora faltaban en torno a 200 euros. Sin embargo, no se detectaron daños en el mobiliario ni en el resto del local.

El establecimiento está dotado con una alarma que, a su vez, está conectada al teléfono de García, "pero no me sonó, no sé si los ladrones la desconectaron previamente para entrar en el local", explica. El robo provocó ayer cierto revuelo en la zona porque, aunque es el primero que se produce en dicho negocio, tuvo lugar en una de las calles más céntricas del casco urbano de Silleda.

Ayer por la mañana, agentes de la Guardia Civil se desplazaron a este gimnasio para tomar las huellas precisas. El local pudo abrir al público con normalidad, y la dueña tenía previsto interponer ayer una denuncia.

Este puede considerarse uno más de la oleada de robos que se están produciendo en los últimos tiempos en los cascos urbanos de Deza. Durante el fin de semana, el pasado viernes unos desconocidos entraron a plena luz del día en un piso del número 21 de la calle Pintor Laxeiro, de Lalín. Se llevaron una pequeña cantidad de dinero en efectivo y joyas.