La cola ante el consistorio estradense llegó a cruzar la plaza del Concello hacia la calle Serafín Pazo. Cientos de vecinos se apilaban a primera hora de ayer para inscribir a sus hijos en una de las actividades estrellas de la concejalía de Deportes, el campus deportivo de verano. En total se ofertaban 150 plazas, de nuevo pocas para la demanda existente, y los padres no dudaron en agolparse ante las puertas del consistorio incluso horas antes de la apertura. La situación terminó sin embargo por descontrolarse, con momentos de tensión entre los que hacían cola, por culpa de un error y de la modificación del método de inscripción. El resultado final fueron un gran número de quejas, una espera de más de dos horas para muchos vecinos y más de cincuenta niños sin plaza en el campamento.

El campus deportivo de verano se puso en marcha en el Concello de A Estrada hace siete años y desde el principio se destapó como una oferta con una gran aceptación. En su primer año llenó las cuarenta plazas ofertadas. Ese éxito se repitió en años posteriores a pesar de que las plazas ofertadas iban aumentándose con cada edición. El pasado año se llegó a la cifra de 175 inscritos, que se demostró excesiva. Esa cantidad impedía a los monitores controlar a todos los niños, además de superar el límite de las instalaciones deportivas. Por este motivo se decidió reducir las plazas este año, situándolas en 150.

Otra de las novedades de este año fue la modificación del sistema de inscripción. Hasta ahora, los vecinos podían inscribir no solo a sus hijos, sino a todos los niños que quisiesen. La alta demanda de ediciones anteriores y la "picaresca" de algunas personas -alguno llegó a inscribir a 40 niños- motivó que el departamento de Deportes optase por que cada vecino solo pudiese inscribir a sus hijos. Esto sería controlado mediante el padrón municipal en el departamento de Estadística.

Tras estas modificaciones, se aguardaba por la ya clásica avalancha de padres en la mañana de ayer, aunque lo ocurrido superó lo imaginado. El primer problema fue un fallo de entendimiento. Según explicaron ayer algunos afectados, se los citó a las ocho de la mañana, pero Estadística no abre hasta las nueve. De esta manera, docenas de estradenses se agolpaban a las puertas del consistorio durante una hora, con los funcionarios dentro pero sin ser atendidos. El malestar era todavía mayor en personas que, para asegurarse la inscripción de sus hijos, llevaban ya desde las siete de la mañana haciendo cola. Otros padres lamentaban que este problema los haría llegar tarde a su obligaciones laborales o personales. Según explicaron entre los afectados, incluso acudieron al departamento de Deportes o a alcaldía buscando una solución, aunque sin respuesta.

Tras abrirse las puertas, los ánimos no se calmaron. El proceso de búsqueda en el padrón hizo que todo se ralentizase. Hizo falta hora y media para llenar las 150 plazas ofertadas. Los inscritos sin embargo superan los 200, quedando más de cincuenta en una lista de espera que no acostumbra a usarse. Los padres reclamaron un sistema diferente de inscripción el próximo año, usando por ejemplo un sorteo que no los obligue a largas colas y que no perjudique a aquellos que no pueden pasarse tanto tiempo un lunes por la mañana a las puertas del consistorio. Al cierre de esta edición, Deportes estudiaba ampliar el número de plazas para julio.