A Estrada escanció ayer más de 3.000 litros de sidra en una abarrotada quinta edición de la feria que desde hace ya cinco años impulsa la asociación Maceira e Sidra. La masiva respuesta del público contribuye un año más a proyectar, con mayor intensidad si cabe, un evento que en esta ocasión reunió a 16 productores procedentes de cinco comunidades autónomas. El certamen logró mantener la animación a lo largo de toda la jornada, agotando las existencias de sidra y vasos. Fuentes de la organización aseguraron al cierre de esta edición que más de 3.000 personas se acercaron ayer hasta la Praza da Constitución para saborear estos caldos.

Si por la mañana la plaza estuvo abarrotada, la tarde mantuvo el tirón. Contando con unas agradables condiciones meteorológicas, algunos de los lagareros presentes ya terminaron todas sus provisiones de sidra en la sesión matutina. Los primeros productores en quedarse sin botellas que escanciar fueron Solleiros, de Asturias, y López Pampín, de A Estrada.

La actividad comenzó temprano bajo la gran carpa instalada al pie del consistorio. Una hora antes de que se inaugurase la feria, la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, visitó el certamen para conocerlo de primera mano y compartir unos minutos con cada uno de los expositores. La titular del citado departamento autonómico se animó a servir -con bastante acierto- varios vasos de sidra, acompañada por el alcalde, José López, y diversos integrantes de Maceira e Sidra.

Una hora después fue el alcalde quien tomó la palabra para dar por inaugurada, como es habitual, la feria. El regidor quiso comenzar su intervención recordando las reuniones en las que hace cinco años un sector con una producción anual de más de un millón de kilos de manzana abogaba por poner en valor la tradición estradense de elaboración de sidra. Incidió en que lo que en un primer momento casi parecía una "idea utópica y difícil de gestionar" reclama hoy día para A Estrada un lugar destacado en el mundo de la sidricultura. El alcalde aseguró que en los próximos meses el Concello planea intensificar los trabajos para conseguir que la Feira da Sidra sea declarada como fiesta de interés turístico de Galicia.

El dirigente recalcó el acierto de la organización en combinar la degustación de sidra con un apartado gastronómico -de la mano de establecimientos vinculados a la Asociación de Comerciantes da Estrada, que prepararon más de 3.000 pinchos- y una importante presencia musical, tanto por la mañana como en sesión de tarde. De igual modo, subrayó la apuesta de este año por la innovación. Así, en la V Feira da Sidra se presentó el primer vermú de sidra -pudo degustarse en el puesto de Oinum Gourmet- y también la primera sidra elaborada con la variedad autóctona de manzana Rabiosa de Callobre.

La organización puso a la venta 1.500 vasos serigrafiados, con un precio de 5 euros la unidad. Sin embargo, esta partida tuvo que completarse con otros más de 500 vasos que la asociación tenía como remanente y que pertenecían a la edición anterior. La compra de cada vaso daba al consumidor la oportunidad de saborear las sidras de cada uno de los lagares

Representando a Galicia acudieron a esta cita Maeloc, Lagar de Ribela, Peroja, López Pampín, Torres de Moreda -las cuatro últimas firmas de A Estrada-, Val de Traba, Andaina PSM, Oinum Gourmet, Val do Eume, Asociación Sidreros de Bembrive y CFEA Guísamo. Del País Vasco llegaron Bereziartua y Astarbe, mientras que Castilla y León estuvo representada por Sidra Carral. De Cantabria participó Somarroza, junto a las asturianas Cabueñes y Solleiros.

Por la mañana la animación musical corrió a cargo del grupo folk Nosoutros, integrado por ocho músicos estradenses con una amplia formación y experiencia. La formación conjuga la música gallega e irlandesa.

La degustación matutina de sidra arrancó a las 12.00 horas y se escanció hasta las 15.00. Después del almuerzo -los sidreros se desplazaron hasta el Hostal Don Juan para degustar un menú en el que la sidra también protagonista-, la actividad se reanudó a las 19.30. Lo hizo con el reconocimiento público que cada año acompaña a la Feira da Sidra a través de la entrega del Grolo de Ouro. En esta ocasión el homenajeado fue Javier Ascasibar, del Laboratorio Agrario Fitopatolóxico de Galicia, en calidad de miembro del equipo que realizó el estudio sobre la variedad de manzana Rabiosa de Callobre.

El acto de entrega de esta insignia se acompañó de un reconocimiento a todos los sidreros participantes en esta cita. Cada uno de ellos recibió un diploma conmemorativo de su estancia en esta feria estradense.

La música cobró mayor protagonismo durante la animada jornada de tarde. A las 20.30 horas arrancó la actuación de Miguel Flores Trío, que puso un aire flamenco a la celebración que tuvo una grata acogida. Tomó el relevo el folk en un concierto protagonizado por Álvaro Costas Quinteto y patrocinado por Maeloc.

Otra de las estampas que dejó la jornada fue el recorrido, entre el ambiente festivo que reinó en la villa, de bicicletas históricas, a cargo de aficionados a los vehículos clásicos, que no dudaron en caracterizarse de época.

Desde la organización se hacía, antes incluso del cierre de la feria, una positiva valoración de la marcha del certamen. Se recalcó que las cifras de afluencia y de sidra servida superan los niveles del pasado año, lo que da muestras de que el certamen continúa creciendo. Las previsiones de Maceira e Sidra se vieron superadas por un público que siguió pidiendo sidra hasta agotar las existencias. Concluida la quinta edición, la Feira da Sidra recibe un fuerte impulso para continuar su ascenso.