Cuando uno visita el monasterio de Carboeiro, uno de los recuerdos que permanecen en la memoria es el murmullo del río, el mecer de los árboles agitados por el viento y esa calma que se respira en el que sigue siendo un lugar de recogimiento. Pero ayer, la tranquilidad que transmite uno de los parajes más hermosos de Deza dejó paso a un bullicio festivo, con motivo de los Encontros de Música Tradicional, que celebraron su 17ª edición y que están organizados por la Asociación Intercultural Santa Ferreña.

Una vez más, cientos de vecinos y visitantes quisieron pasar la jornada tomando parte activa en una jornada festiva, sí, pero que al mismo tiempo es un alegato de la necesidad de mantener vivos -igual que el monasterio- la cultura y la música de nuestros ancestros. Para algo está el logotipo de esta fiesta, "Viva a xuventude e a xente vella que non morra!". Por eso, los niños y jóvenes que ayer acudieron a la cita pudieron disfrutar de una animada sesión de juegos tradicionales, al mismo tiempo que descubrían todos los encantos de la feria de artesanía, en la que se podían admirar tanto instrumentos de música tradicional como abalorios, juguetes y diversas piezas fabricadas en cerámica o bisutería.

Como siempre, se habilitó un recuncho de tocar, en el patio del monasterio, apto para todas las edades. Pequeños y mayores también disfrutaron de los títeres, esa animación que nunca pasará de moda, así como de una sesión de cuentacuentos con Celso Fernández Sanmartín. Pero como los encuentros son, sobre todo, para bailar y tocar, no podía faltar la foliada que se extendió hasta casi entrada la noche, ni tampoco una proyección documental, en esta edición la cinta Dos Gaiteiros do mar", a la que siguió un coloquio con los protagonistas en la capilla del monasterio. Como es ya costumbre en los Encontros, el programa se completó con una exposición, en este caso sobre la conocida como "literatura de cordel", acompañada por títeres del Museo da Marioneta. Y, como era de esperar, se subastaron las andas de la patrona, Santa Ferreña.