La 28ª Feira do Cabalo de Lalín reunió ayer a centenares de personas en esta segunda y última jornada en la que la organización homenajeó al fallecido aficionado y criador local Antonio Cadahía. Fue este el colofón de un evento en el que también se sorteó el último potro Pura Raza Española (PRE) de la ganadería del lalinense finado, una persona muy ligada al mundo del caballo desde hacía muchos años.

Pasadas las diez de la mañana se abrió la feria después de que el primer día culminase con una cena amenizada por un grupo musical. Cabaleiros do Deza, colectivo sobre el que este año recayó la organización, programó una ruta por los montes del entorno de la Carballeira das Casianas y que se desarrolló por tierras de Santiso o Filgueira. Uno de los atractivos de la mañana para los aficionados a los caballos fue el espectáculo de la joven promesa Lucía Valladares. La amazona realizó exhibiciones de doma a caballo y también a pie, manejando un pony en la pista. Algunos aficionados se desplazaron desde distintos puntos de Galicia para ver de cerca a Lucía en la monta de sus caballos. Ya hacia las dos de la tarde cesó la actividad para que diese comienzo la comida de confraternidad en esta carballeira situada al lado del parque empresarial Lalín 2000. Tras el ágape, comenzó el concurso de enganche, puntuable para el campeonato gallego, con el que salieron a la pista central varios carruajes para realizar habilidad. Con algo de retraso sobre el horario previsto arrancó el espectáculo Cabalo Galego, que llegó a Lalín de la mano de la Asociación Pura Raza Cabalo Galego (PUGA). Los animales autóctonos fueron guiados en espectáculos de riendas largas en los que hacían cabriolas semejantes a las que tienen mucho arraigo en el sur de España. Xacobe Pérez Paz ilustró con sus comentarios al público los detalles del espectáculo.

El tributo a Cadahía comenzó con una semblanza sobre él realizada por miembros de la organización, quienes lo calificaron "de una gran persona" y de "un hombre de costumbres". Isabel Cadahía, hija del homenajeado, recibió un diploma acreditativo en recuerdo de una persona que trabajó en el seno de Cabaleiros do Deza durante muchos años y también vinculado a la organización de la feria que cumplía ayer 28 años de vida. Cerca ya de las 20.30 horas se realizó el sorteo del potro. El afortunado fue Manuel Moreiras, de la empresa Excavaciones Balboa, de Lalín.