Alfombras de flores, procesiones o la celebración de Las Hijas de María protagonizaron ayer en las comarcas la festividad religiosa del Corpus Christi. La tregua que dio la lluvia permitió que estas celebraciones se desarrollasen con normalidad y los fieles pudiesen salir en procesión tras las misas matinales.
En Lalín en la eucaristía de mediodía se celebró una procesión que partió de la iglesia de Nosa Señora das Dores, a donde regresó tras un recorrido por las calles Colón, Molinera y Joaquín Loriga. El oficio fue presidido, bajo palio, por el párroco, Manuel Salgado, acompañado de otros religiosos y los fieles que portaban estandartes y otras imágenes. En medio de los feligreses iba el alcalde de Lalín, Rafael Cuiña, con su familia y también acompañado por la concejala de su partido Teresa Varela. Entre el público también había otros representantes municipales como la concejala del PP María Álvarez. La jornada fue aprovechada por la oenegé católica Cáritas para realizar una cuestación, también con mesas para recoger donativos en la calle. En algunos balcones fueron colgadas enseñas de España, pendones o estandartes.
En iglesias como la lalinense de Donsión sus vecinos realizaron elaboradas alfombras florales. Entre los muchos templos que fueron engalanados con estos tapices naturales estaba el de la parroquia de San Juan de Carbia, en Vila de Cruces.
Muy concurrida estuvo la misa y posterior celebración de Las Hijas de María en Donramiro (Lalín). Un grupo de niños recitó versos y acto seguido comenzó una procesión entre el templo de Santa María y la capilla de O Montserrat, presidida por el párroco, Marcos Torres. En esta aldea tiene mucho arraigo una tradición que parte del siglo XVIII. Una vez finalizados los actos propiamente religiosos los vecinos contaron con un servicio de churrería para repartir este dulce entre los más pequeños que recitaron los versos y los demás feligreses.
