Cerdedo estrenó en la tarde de ayer su propio Festival de Bandas de Música. En un acto organizado por la Escola de Música de Cerdedo, la treintena de vecinos del municipio que se integran en la Banda de Música de Cerdedo dieron lo mejor de sí mismos sobre el escenario para demostrar todo lo que han aprendido en los últimos años. Para ellos era una cita especial. Jugaban en casa, ante sus seres queridos y en la tierra de sus amores. Bajo la batuta del director de la banda , el estradense José Luis Loureiro Durán, interpretaron un repertorio de lo más variado.

Así, actuando como formación anfitriona, interpretaron el pasodoble Coruña de Faustino del Río. Acto seguido, hicieron sonar los acordes de una obra gallega: Santo Grial de Andrés Álvarez. En tercer lugar, tocaron Shalom! de Phillip Sparke en tres partes: V'ha ir Susa y Havdalá V'ha 'ir Susa, Hanerot Halalu y Ba'olam Haba y Mishenichnas Adar, Ani Purim y Iom Tov Lanu. Por último, lograron refrescarle la memoria musical a los espectadores de mayor edad, interpretando el popurrí Nino Bravo en concierto.

También la formación musical foránea invitada al I Festival de Bandas de Música de Cerdedo, la Atenero Santa Cecilia de Marín optó ayer por un repertorio variado apropiado para satisfacer a distintos públicos. Bajo la batuta de José Alfredo Sánchez Murcia, los integrantes de la formación de Marín interpretaron un pasodoble: Maído de José R. Pascual Veiga. Este daría paso a una rapsodia gallega: Airiños, aires de Gustavo Freire. A continuación tuvo cabida en su actuación A Little Concert Suite de Alfred Reed, con sus Intrada, Siciliana, Scherzo y Giga. Por último, la banda Ateneo Santa Cecilia de Marín dio entrada a melodías archiconocidas con un popurrí de temas de Raphael.

El público aplaudió calurosamente ambas actuaciones. Pero para los músicos cerdedenses, este reconocimiento tuvo un significado especial. No en vano, quien reconocía su esfuerzo eran sus familiares y sus vecinos, los que comparten con ellos su sentimiento de cerdedenses. Como muestra de esa identificación, los músicos cerdedenses lucían en la corbata los colores de su bandera. Por eso es roja con rayas azules. Ayer esa corbata le daba un plus de uniformidad a las camisas blancas y los pantalones negros por los que optaron, a la espera de poder estrenar uniformes en una fecha próxima. Tal vez en su actuación en las fiestas de Cerdedo, el próximo 31 de julio.