La ansiada llegada del buen tiempo permitirá a la hostelería lalinense aumentar su oferta, mediante la instalación de terrazas en el exterior de sus establecimientos. La nueva ordenanza municipal permite la instalación de estructuras cubiertas y en la Praza da Torre una cafetería habilitó días atrás la primera de estas características, a las que se prevé se sumen más en otras zonas del núcleo urbano. Estas instalaciones garantizan que en los meses de invierno los clientes puedan disfrutar de una zona fuera del establecimiento y a los negocios, ampliar los metros disponibles. Según datos aportados por el Concello, en las calles del núcleo urbano hay 81 terrazas y 17 de ellas recibieron autorización durante el pasado año. Así, el censo municipal establece que en las terrazas de los negocios de hostelería lalinenses hay disponibles 275 mesas; es decir, un promedio de 3 por local.

Las terrazas que fueron dadas de alta el año pasado son de negocios situados en las calles Areal (2), B, D, Joaquín Loriga, Matemático Rodríguez, Melide (2), Pintor Laxeiro (3), Praza da Igrexa, Ramón Aller (3) y dos más en Rosalía de Castro. Las calles de Lalín en las que más instalaciones se concentran son, a partes iguales, González Taboada y Rosalía de Castro, pues en ambos casos están habilitadas 8 terrazas. En la calle B son siete las disponibles y una menos en Pintor Laxeiro. Su distribución llega, además de a las vías ya citadas. a Alcalde Ferreiro, Bos Aires, Areal, B,. C, Colón. Corredoira, Memorias dun Neno Labrego, Pelayo, Ponte, Praza da Vila y Praza da Mariña.

Para instalar una terraza, sea de mesas al aire libre, de otras estructuras exteriores o cerrada, es preceptivo que el ayuntamiento conceda una licencia que, con la nueva ordenanza aprobada por el grupo de gobierno, apuesta por la ordenación de las mismas, también manteniendo una cierta armonía estética. Si el año pasado el Concello había consignado de ingresos para esta tasa 10.000 euros, en los presupuestos en vigor la cuantía asciende en 5.000 más. Si realizamos un cálculo en relación al dinero que llega a las arcas municipales y el censo de terrazas se desprende que el precio medio que asume cada hostelero por su terraza está en unos 125 euros anuales. Al margen de esta tasa, los empresarios deben asumir el coste de mesas, sillas y otros elementos para mejorar las condiciones climatológicas como sombrillas o estufas, aunque algunas de última generación y ya realizadas en estructuras fijas cuentan con modernos sistemas de climatización. En las cubiertas construidas con estructuras metálicas sus dueños están obligados a que dispongan de mecanismos para ser retiradas si fuese necesario, así como respetar las distancias con locales o viviendas limítrofes y dejar un paso para el tránsito de peatones. Y todas deben tener un seguro de responsabilidad civil, vinculado a la licencia del negocio. Estas autorizaciones, según establece la normativa municipal, tienen una vigencia de cinco años, prorrogables, solo mediante un acto administrativo expreso. Los modelos son los de terraza convencional, convencional ampliable y de tarima, ya sean cubiertas o al aire libre. Su tamaño, incluidas las protecciones laterales, no puede superar en ningún caso los 12 metros y solo se autorizan en calles con un ancho mínimo de dos metros. Portales, salidas de emergencia, vados de vehículos están libres de la ocupación de estas estructuras.