El teniente de alcalde de Silleda, Klaus Brey, acompañado por el interventor, Manuel Quintáns, acudió ayer a la segunda reunión con representantes de Espina y Delfín para abordar la deuda que tiene el Concello con la empresa adjudicataria del suministro de agua. Este encuentro sirvió para tratar las diferencias sobre el documento que maneja el Concello y que rebaja la deuda de 614.714 euros a 1.933, pero a favor de la administración local y no de la empresa. Espina y Delfín presentó ayer una contrapropuesta que será estudiada en los próximos días "y que rebaja el pasivo inicial", explica Klaus Brey, que eludió indicar en cuánto se produce ese descenso. La propuesta que esgrime la empresa se someterá a análisis de los servicios técnicos del Concello en aras a "llegar a un acuerdo entre ambas partes lo antes posible". Desde el Concello se insiste en que la negociación está bien encaminada y que la concesionaria del servicio tiene "disponibilidad" para zanjar una deuda que se arrastra desde hace años.

Espina y Delfín se encarga del suministro del agua, pues la gestión de las depuradoras de Silleda y A Bandeira corre a cargo del concello desde hace un par de años. Este hecho sirve, precisamente, para rebajar en 297.409 euros el pasivo que se reclama a Silleda, ya que esa cuantía procede de las tasas de depuración que cobró la empresa pese a que ya no presta ese servicio. La concesión del suministro de agua expira en octubre.