El personal de la oficina comarcal de Medio Rural de Lalín exige a la Xunta unas nuevas dependencias para un servicio que atiende a los ciudadanos de la capital dezana y a los de Rodeiro, Agolada y Dozón. Silleda tiene servicio propio y en la oficina lalinense se coordina la atención de servicios veterinarios. La oficina funciona desde hace más de 30 años en un vetusto piso de la calle Areal que presenta numerosas carencias, además de que incumple la normativa en materia de accesibilidad. Para alcanzar los despachos el público debe subir desde el portal 22 escalones, un esfuerzo que muchas personas mayores no pueden hacer, al margen de que sea imposible para aquellos que con algún tipo de carencia de movilidad.

La mayor parte de los 16 trabajadores de esta oficina se concentró ayer delante del edificio para visibilizar una protesta por primera vez en estos términos. La plantilla conmina al gobierno gallego y a la consellería en particular a que mueva ficha para que ellos tengan unas condiciones laborales adecuadas, pero también para que la atención al público se pueda desarrollar favorablemente. Algunos de los funcionarios comentaron a representantes del grupo de gobierno que respaldaron su reivindicación que ni el piso reúne las condiciones de accesibilidad ni está en el emplazamiento más adecuado, una vez que se sitúa en una calle con apenas espacio para estacionar, además de incidir en que en Areal se produjeron varios atropellos, uno de ellos mortal.

Una muestra de los problemas que tienen los ciudadanos para ser atendidos se vivió ayer en plena protesta cuando un hombre de avanzada edad tuvo dificultades para alcanzar el piso de este departamento. Una vez dentro, el inmueble antiguo evidencia las carencias propias de un piso de en torno a 40 años de vida. Los trabajadores explican que existen goteras, un viejo aseo es compartido por ellos y también por los veterinarios que se cambian en él o que las frías temperaturas son frecuentes. La organización de los departamentos no es la adecuada una vez que algunas de las habitaciones son demasiado pequeñas para acoger a los trabajadores y el material propio de este departamento. El plantel, además, denuncia la precaridad laboral en este servicio de Medio Rural una vez que, asegura, hay cinco plazas que no han sido cubiertas o amortizadas. Está pendiente un puesto de administrativo, otro de técnico y dos de profesionales veterinarios.

Concurso público

Hasta la concentración se desplazó el alcalde, Rafael Cuiña, y los concejales Nicolás González Casares, Celia Alonso y Francisco Vilariño, quienes conocieron de primera mano la situación del inmueble y su organización espacial. El mandatario recordó a los presentes que en el pleno de mañana se aprobará una moción en atención a las reivindicaciones de los trabajadores públicos que se hará llegar a la Xunta, al margen de que se abran otros cauces para reclamar unas nuevas dependencias. También participó en la protesta el secretario comarcal de Unións Agrarias, Román Santalla. Los ediles se pusieron a disposición del plantel para canalizar ante la administración autonómica sus quejas. Al margen de que este servicio se instalase en el prometido edificio de Medio Rural, que acumula años sin avances, la consellería impulsó en dos ocasiones un concurso público de alquiler de un bajo en el núcleo urbano lalinense para trasladar estas oficinas. Ambos, según la Xunta, quedaron desiertos porque ninguna de las ofertas cumplía con las bases. Establecía una renta mensual de 1.200 euros más IVA para un local de entre 350 y 500 metros cuadrados. El tope máximo del contrato era por diez años.