El Concello de Vila de Cruces mantiene abiertos en torno a 20 expedientes de otras tantas viviendas del casco urbano que se encuentran en estado ruinoso. Las notificaciones se comenzaron hace más de tres años, y en ellas se alertaba a los dueños de las edificaciones del riesgo de desprendimiento que presentaban éstas y, por tanto, del peligro que suponían para los viandantes.
En los últimos meses se produjeron varios derribos, "sobre todo de tipo parcial, pues en muchos casos las viviendas en estado ruinoso son construcciones anexas de las casas en las que residen los propietarios", explica Souto. "Eso sí, quien dispone de fondos económicos para rehabilitar, prefiere optar por la reforma", añade.
Pero, tres años después, el volumen de expedientes abiertos por viviendas ruinas que encima contribuyen al feísmo en el casco urbano obliga a realizar una nueva tanda de notificaciones. En la primera que se hizo, ya se alertaba a los propietarios de que o tomaban algún tipo de medida con los inmuebles o tendrían que soportar sanciones. De momento, y según apunta el alcalde, Jesús Otero, ya se impusieron dos multas porque los afectados eludieron las recomendaciones del Concello. La primera de ellas alcanza los 600 euros y fue recurrida porque por lo visto "había co-propietarios y problemas de herencia de por medio", explica Souto, pero finalmente no se estimó el recurso. La otra multa asciende a 1.000 euros y sí se abonó. Las sanciones que imponga el Concello han de satisfacerse a través del ORAL. En caso de que no se cubra este trámite, el gobierno local puede reclamar el dinero por vía judicial.
"Se trata, sobre todo, de una labor pedagógica", incide el edil de Urbanismo, a la hora de señalar que se seguirán enviando notificaciones a los propietarios para no tener que acudir a las multas y darles así un nuevo margen de tiempo para que cumplan con lo que les recomienda el ejecutivo local. Lo que sí descarta el gobierno que encabeza Jesús Otero es extender esta iniciativa contra el feísmo a las parroquias. En muchas de ellas, debido a la pérdida de población por la emigración al casco urbano o a otros municipios de Deza, es frecuente ver viviendas abandonadas hace años y que presentan un serio riesgo de desmoronamiento. Se antoja una tarea imposible el frenar el feísmo en las localidades rurales.
A la espera de avances en su Plan de Urbanismo, lo cierto es que Cruces combina esta lucha contra el feísmo y la inseguridad vial con la edificación de obra nueva. En los últimos meses, se expidió licencia de obra para construir dos nuevos edificios.
