La Camiñada de Primavera supuso todo un descubrimiento para la mayor parte de las cerca de cuarenta personas que tomaron parte en ella. La ruta de senderismo organizada por la asociación vecinal Olaia el domingo permitió a los caminantes descubrir otro paraje singular de difícil acceso y de nuevo con unas cataratas como protagonistas. Si en la cita de otoño había sido la espectacular fervenza que crea el río Mosqueiros en la parroquia de Graba, desconocida para la práctica totalidad de los participantes, ahora ha sucedido lo mismo con la cascada que forma el regato de A Mera u Oisa a su paso por Rosende (Ponte) poco antes de su desembocadura en el Deza. En el lugar se conservan restos de un molino y un puente de piedra.