La parroquia de Santa Baia de Losón, en la que está el santuario de O Corpiño, ha sido desde el comienzo del mandato en Lalín un territorio propicio para que gobierno y oposición librasen sonadas disputas. Primero fue la concentración parcelaria y ahora, otra vez, es el santuario el que enreda al ejecutivo de Rafael Cuiña con el Partido Popular. La polémica por la parcelaria -el gobierno denunció una paralización de las obras y que la Xunta solo convocaba a afines a las reuniones- provocó que en la parroquia naciesen dos grupos: los que entendían que las reivindicaciones del gobierno local eran justas y oportunas, y los que avalaban el trabajo de la Consellería de Medio Rural.

El PP tiene una concejala de esta zona -Eva Montoto- y ello contribuyó a que cada uno se posicionarse como defensor de sus habitantes. El PP pidió que en el santuario se instalasen desfibriladores y el gobierno se negó, alegando que correspondía hacerlo a una institución religiosa que además recibe grandes ingresos económicos de donativos de fieles. Ahora es una moción del PP la que es motivo de trifulca. Los populares piden que la afluencia de visitantes a O Corpiño se aproveche como recurso económico para el municipio y el ejecutivo alega que ya está previsto con una oficina de turismo. Entre medias surge una campaña de recogida de firmas contra la iniciativa del PP, que entiende que O Corpiño debe circunscribirse al ámbito religioso y sin fines mercantilistas.

Cuiña denunció ayer que tomará medidas legales contra el PP si -no solo en Losón- se dedica a presionar a los vecinos que no están de su lado. "Los tiempos cambiaron, aquí todos pueden expresarse libremente", advirtió en alusión a una campaña de los populares contra la recogida de firmas. Montoto rebate las críticas del alcalde por estas presiones a los que recaban firmas, porque básicamente, dice, no los conoce. Pide al regidor que aclare si respalda "la presunta recogida de firmas", pues a los vecinos de Losón le gustaría conocer a los responsables de la campaña, que desconocen muchos vecinos, miembros de colectivos o del santuario, que sí apoyan la moción de su partido.