El salmón tendrá que seguir remontando el río al menos dos años más antes de que A Estrada pueda tramitar que su fiesta gastronómica por excelencia -la Festa do Salmón- sea declarada de interés turístico nacional. Y es que figurar en el "top ten" de las celebraciones, bien sea a nivel autonómico, nacional o internacional, es una distinción que no está exenta de trámites y de requisitos que han de cumplir los festejos para codearse con las mejores propuestas festivas de la región, el país o el mundo.
Las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes suman conjuntamente ocho celebraciones que gozan de una distinción por su interés turístico. Conseguir este reconocimiento no una tarea sencilla y exige, en función de la normativa que opera en cada caso, que las celebraciones reúnan una serie de condiciones para alcanzar cada uno de estos títulos honoríficos que acaban redundando en una mayor promoción y, en paralelo, incrementando el número de seguidores dispuestos a no perderse la fiesta. Para ello, estas citas han de someterse a su particular reválida.
Comenzando por el plano autonómico, para que una fiesta sea declarada de interés turístico en Galicia es necesario que se presente como candidata avalada, en primer lugar, por su antigüedad. En este sentido la norma ha cambiado y esta sencilla prueba se ha vuelto más compleja, ya que se ahora es necesario que estos acontecimientos de carácter festivo tengan en el momento de presentar su solicitud una antigüedad mínima de 20 años (antes eran diez) y que su celebración se efectúe periódicamente y en fechas fácilmente determinables. Esta antigüedad mínima podría ser dispensada si se entiende oportuno, aunque en ningún caso podría tener una trayectoria menor a 15 años.
Para ser reconocidos en el ámbito regional, estos festejos han de aportar singularidad, es decir, que se trata de fiestas que contengan aspectos originales y de calidad que las singularicen con respecto a otras que puedan celebrarse en otras localidades. En este sentido, se valorará especialmente que sean un reflejo de la idiosincrasia de la zona y que, desde el respecto a la tradición y costumbres que la hacen única -se recoge en la normativa-, presente innovaciones sucesivas. El arraigo, la realización de acciones promocionales por parte de las entidades organizadoras, el valor cultural o la continuidad en el tiempo son también requisitos para esta distinción. En relación a su permanencia temporal, se requiere que entre la celebración de una fiesta y otra no transcurran más de cuatro años.
Tabeirós-Montes y Deza aportan a la nómina de celebraciones declaradas de interés turístico en Galicia un total se seis propuestas. La primera en obtener esta distinción fue la Festa da Empanada de Bandeira, que se hizo con este reconocimiento en 1999. En 2010 logró esta distinción la Festa do Gaiteiro de Soutelo de Montes (Forcarei), si bien los recortes por la crisis interrumpieron en los últimos años su continuidad. En 2011 se sumaría a este club la Festa do Galo de Curral de Vila de Cruces y en 2013 lo harían tres celebraciones más de la zona: la Festa do Salmón (A Estrada), la Romaría da Tortilla de Laro (Silleda) y el Entroido dos Xenerais da Ulla que comparten A Estrada, Silleda y Vila de Cruces.
Superado este examen en el ámbito regional, subir el siguiente peldaño requiere nuevos esfuerzos. Para que una celebración sea declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional deberá haber sido previamente reconocido su interés turístico regional y haber pasado en esta situación al menos cinco años en el momento de presentar la solicitud para ser distinguida en todo el país. Este es el obstáculo que todavía ha de salvar la Festa do Salmón, ya que únicamente lleva tres años como Fiesta de Interés Turístico de Galicia.
La normativa existente al respecto detalla que el reconocimiento nacional e internacional se otorga a aquellas fiestas o acontecimientos que supongan manifestaciones de valores culturales y de tradición popular, con especial consideración a sus características etnológicas y que tengan una especial importancia como atractivo turístico. Son requisitos la antigüedad de la celebración, su continuidad en el tiempo -entre una y otra no pueden transcurrir más de cinco años- la originalidad y diversidad de los actos o el arraigo de la fiesta en la localidad. Esta última condición implica que exista una participación ciudadana en el desarrollo de la fiesta, considerándose la existencia de asociaciones, peñas y otras agrupaciones que la respalden.
La declaración internacional se otorgará cuando se estime que concurren relativas circunstancias en cuento a la promoción turística de España en el exterior.
En las comarcas, la Feira do Coido de Lalín es la única celebración distinguida como Fiesta de Interés Turístico Nacional, reconocimiento que alcanzó en 2010. Del mismo modo, la Rapa das Bestas de Sabucedo (A Estrada) es la única cuyo interés turístico se proyecta al ámbito internacional. Además, la Rapa forma parte de un selecto club de fiestas gallegas que disponen de este reconocimiento: la Festividad de Santiago Apóstol (desde 2001); el Festival Internacional do Mundo Celta, de Ortigueira (2005); la Semana Santa de Ferrol; la Festa da Arribada de Carabela Pinta, de Baiona (2015); el Corpus Christi de Ponteareas (2009), la Romería Vikinga de Catoira (2002) y la Semana Santa de Viveiro.
Estos reconocimientos comportan promoción y conceden ventajas a la hora de recibir ayudas o subvenciones. Sin embargo, también suponen ciertas exigencias para los ayuntamientos a los que pertenecen estas fiestas, caso de garantizar la seguridad del evento, su adecuada señalización o la habilitación de espacios , servicios e infraestructuras acomodados al público esperado.
Superar estas diferentes reválidas contribuye, en contrapartida, a proyectar las fiestas que alcanzan estas distinciones mucho más allá de las fronteras del municipio en el que tienen sus raíces. Cuando se habla de fiesta, el cielo es límite.
