Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Dime quién fuiste y te diré quién eres

Diversos edificios que un día cumplieron un servicio público hoy languidecen en la malla urbana de A Estrada

Durante años estuvieron llenos de vida. Algunas de estas paredes fueron testigos de los primeros pasos en la vida académica de muchos vecinos de A Estrada, mientras que otras acogieron durante años a aquellos que deseaban orientación y consejo para acceder al mundo laboral. Estos muros han pasado de la utilidad pública al olvido colectivo. Edificios que otrora fueron un referente para servicios de índole diversa en el casco urbano estradense languidecen hoy día como un desinflado recuerdo de un pasado que, cuando se cabalga entre la ruina y el abandono, siempre fue mejor.

Hacer inventario de edificios que un día cumplieron un servicio para la ciudadanía estradense y que en la actualidad han caído en el olvido requiere cierto esfuerzo. Aunque en otro momento fueron un referente en distintos ámbitos de la vida pública, hoy lucen con una desmejorada imagen gris que casi los vuelve invisibles, difuminándose entre la malla urbana estradense. Sin embargo, cuando el recuerdo se aviva comienzan a aflorar los ejemplos. Y no son pocos.

Hace alrededor de tres décadas que el colegio Cristo Rey cerró sus puertas en la avenida Fernando Conde de A Estrada. Conocer su historia no resulta una tarea sencilla. Este centro educativo de titularidad privada echó el cierre hace décadas y desde entonces el edificio se vio perseguido por la imagen del abandono, sin que un nuevo uso -educativo o de cualquier otra naturaleza- volviese a llenar de vida estas antiguas aulas. Según trascendió en su momento, el colegio fue embargado a mediados de los años ochenta. Las últimas informaciones relativas a la propiedad se remontan a 2005, momento en se conoció que una firma de Palencia había adquirido el inmueble a una agencia de Vilagarcía con la intención de reconvertirlo en un geriátrico. Se dijo entonces que la firma palentina creía cuando lo adquirió que también compraba el terreno situado justo delante, con frente a Fernando Conde, sin advertir entonces que se trataba de fincas legalmente independientes y que pertenecían a propietarios diferentes.

Fachada principal de antiguo colegio Cristo Rey, en la avenido Fernando Conde. // Bernabé/Luismy

Sobre una de estas parcelas se llegó a plantear la construcción de un centro comercial y se presentó un anteproyecto para la construcción de viviendas antes que quedasen paralizadas, en 2003, las licencias de obra en A Estrada en el marco de la aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).

Sin embargo, ningún proyecto pareció cuajar con el paso del tiempo para que este inmueble recuperase su utilidad. Nada queda de la vida que tuvo antaño. Nada de las risas ni el bullicio que otrora podía escucharse cada vez que el timbre anunciaba la hora del recreo.

Las risas de los más pequeños también resonaron entre las paredes del edificio de As Colonias. El complejo da nombre a la zona en la que se asienta, en la parte final de la avenida Fernando Conde, justo al pie de una rotonda sobre la N-640. La fama de A Estrada con "villa arista", con un clima beneficioso para reponerse de las dolencias respiratorias, animó en su día a fundar en este enclave estradense un lugar en el que colonias escolares de Vigo pudiesen pasar el verano para gozar de las saludables condiciones del climáticas. Esta residencia destinada al albergue de estas colonias fue promovida por el filántropo vigués Fernando Conde Domínguez, a quien A Estrada nombraría después Hijo Adoptivo y honraría bautizando con su nombre la misma avenida en la que todavía hoy día se conserva la huella arquitectónica.

Esta construcción continúa todavía en pie, al igual que una especie de mirador delimitado en lo alto de una colina por una balaustrada de piedra. Sin embargo, nada queda de los usos que un día le fueron propios, ni tampoco de otros nuevos llegados con el paso de los años.

Pasillo del antiguo centro educativo. // Bernabé/Luismy/Javier Lalín

A poca distancia de la avenida Fernando Conde se encuentra también la Casa do Pobo. De ella se conserva bien poco: una fachada con un lugar en el que colocar la fecha de su año de construcción. El resto es una ruina. El edificio se encuentra en la Rúa Baiuca. Hubo un tiempo en el que se creyó que un futuro mejor la aguardaba, llegando a plantearse su reforma para acoger una unidad de atención temprana, con la previsión de que un taller de empleo se encargase de acometer la reforma -más bien reconstrucción- de estas instalaciones. Este futuro nunca llegó.

Oficina de empleo

No hace falta remontarse mucho en el tiempo para encontrar otros ejemplos de instalaciones que acogieron servicios públicos y que hoy día están cerradas a cal y canto, en un limbo entre la propiedad compartida y la estampa del abandono. En plena avenida Benito Vigo, a pocos metros de la Casa das Letras y, por tanto, muy cerca del consistorio de A Estrada, se erige el antiguo edificio del INEM. La construcción se levanta en el cruce entre la citada avenida y la calle Pérez Viondi.

Este inmueble terminó su hoja de servicio en 2007, con el traslado de la oficina hasta sus nuevas dependencias en la calle Justo Martínez. El Concello de A Estrada -dirigido entonces por el bipartito PSOE-BNG- puso sus ojos en este céntrico inmueble. Pero pronto surgieron informes que parecían conceder todos los derechos sobre este edificio a los sindicatos, en virtud de una cesión realizada en su momento para albergar la oficina de empleo. El edificio en cuestión pertenece al patrimonio público del Estado, teniendo derecho de usufructo sobre el mismo los sindicatos Comisiones Obreras (CC OO), Unión General de Trabajadores (UGT) y la Asociación Comarcal de Empresarios (ACE). El ayuntamiento negoció con ellos y en 2011 se llegó a la firma de un convenio en virtud del cual estas organizaciones ceden a la administración municipal el usufructo del céntrico edificio que albergaba hasta hace pocos años las oficinas del INEM.

La antigua oficina del INEM, un espacio sin utilizar. // Bernabé/Luismy

El bipartito estradense pensó en destinar estas instalaciones para su utilización por parte de la Fundación Cultural da Estrada, de tal manera que pudiesen celebrarse en este céntrico espacio del casco urbano las distintas actividades impulsadas por este organismo de carácter municipal. Sin embargo, el gobierno de López Campos no dio muestras hasta ahora de interés por hacer uso de estas dependencias.

Estas ruinas ocupan también espacios muy céntricos en el casco urbano. Es este el caso del edificio de la antigua biblioteca municipal. Sin embargo, parece que para este inmueble sí existe un futuro mejor, sin perder con los nuevos tiempos la huella del pasado. Una inmobiliaria local tiene proyectada la construcción de un edificio de viviendas en este solar, conservando en este proyecto la fachada de la antigua biblioteca.

Este inmueble se convertirá, al menos en un futuro más o menos inmediato, en la excepción en la nómina de edificios que, con un pasado de servicio, tiene un presente ruinoso.

Compartir el artículo

stats