Hace seis meses que Vila de Cruces está a la espera de conocer la decisión de la Consellería de Política Social sobre la construcción de un centro de día en el concello dezano. En noviembre del año pasado el alcalde, Jesús Otero, y la edil de Benestar Social, Beatriz Iglesias, se reunieron con el conselleiro, José Manuel Rey Varela, para exponerle la necesidad de dotar al municipio de este servicio. En el pleno de marzo, el propio alcalde comunicó a la oposición que se había remitido un proyecto para esta dotación. Pero, a día de hoy, Cruces está a expensas de saber si Política Social emite un informe favorable sobre el futuro centro de día y, de paso, si habilita una subvención para su puesta en marcha.
Las pretensiones del Concello pasan por construir el centro de día en las dependencias de la residencia para mayores, de forma que el centro ocupase una única planta, aprovechando el local social de aquélla. Tampoco se descartaba ubicarlo en un local municipal, cuando éste quedase vacío, tal y como anunció el alcalde hace un par de meses. En cualquier caso, el centro de día abrirá con una treintena de plazas y cubrirá una demanda que cada vez va a más por el envejecimiento de la población y por la necesidad de mejorar la calidad de vida y el ocio de los vecinos más veteranos.
Residencia
Y, de la misma forma que Cruces tiene demanda para el centro de día, también registra petición de plazas para la citada residencia de mayores, que en la actualidad tiene sus 49 plazas cubiertas. "Aunque también es cierto que años atrás llegamos a tener una lista de espera de 20 personas", señala la directora de este servicio, Rocío Carbón. Cabe recordar que el concello -titular de la residencia- ya tiene actualizados los arrendamientos de los pisos en Valladolid que dejó en herencia Vidal Fuentes, fallecido en la residencia en noviembre de 2013. Todos los inmuebles cuentan con contratos de alquiler por escrito y, en caso de que el concello cruceño decida ponerlos a la venta, los inquilinos tendrán preferencia si deciden comprarlos. Otros dos vecinos de Cruces, en su momento, intentaron negociar con el concello para cederle dos fincas en la parroquia de Ollares -herencia de un abuelo que vivió en la residencia- con cuya venta podría sufragarse la construcción del centro de día. Pero tras las investigaciones pertinentes se descubrió que esas dos parcelas pertenecían a un cupo, por lo que el gobierno local no pudo disponer de ellas.
