Uno de los últimos desacuerdos entre la empresa y los afectados ha tenido lugar a principios de este año cuando Fenosa exige al Concello, por medio de un contencioso administrativo, que desbloqueara la licencia del proyecto, con el fin de poder llevar cabo tramitaciones del mismo. Es la segunda vez que la firma tramita esta petición en tres años. Pese a las tiranteces iniciales, ejecutivo y representantes de la firma mantienen una reunión en la que abordan la cuestión. Sobre la mesa, en los últimos meses también se ha planteado otra alternativa al trazado inicial presentada por el geógrafo lalinense Antonio Presas además de reiterar un estudio y afección de soterrar la línea por la antigua N-525. Está pendiente una respuesta a estas nuevas vías.