El Concello de A Estrada abrirá en las próximas semanas un nuevo proceso de regularización catastral con el que el ejecutivo local liderado por José López pretende evitar las consecuencias perniciosas sobre al menos 900 propiedades que se teme que acarree el alta de oficio que previsiblemente Catastro impulsará hacia finales de año como consecuencia de la actualización forzosa que pretende realizar en los 314 municipios de Galicia y, en general, en los 8.000 que suma España

En concreto, el alcalde se teme que solo por dar de alta cada uno de esos 900 inmuebles -cuyos propietarios ya rechazaron acogerse a la regularización voluntaria efectuada en A Estrada en 2012- Catastro pueda cobrar una tasa de 60 euros. Sobre la mesa también está la posibilidad de que al hacer el alta de oficio Catastro también reclame los atrasos catastrales.

José López sabe que acometer una actualización catastral general es un objetivo del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que ya ha remitido varias cartas al Concello instándole a promover dicha actualización. Consciente de ello y de que A Estrada cuenta con una "ventaja" respecto de los demás municipios porque ya acometió un proceso de regularización catastral en el año 2012, el regidor local ha contactado con el ORAL, pactando con el organismo provincial que este habilite en su sede local un punto de información y asesoramiento. Así será. En virtud del acuerdo alcanzado entre el Concello y el ORAL, este albergará el punto de información catastral a partir de la última semana de mayo.

Al objeto de informar a los interesados de esta circunstancia, el gobierno local remitirá la próxima semana a todos los estradenses que hasta el momento han rechazado regularizar catastralmente las propiedades nuevas que han construido o las edificaciones ya preexistentes en las que han acometido alteraciones constructivas que motivaron una mejora sustancial de las instalaciones y, por tanto, una revalorización que debe reflejarse en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). López agregó que si alguien está en esa situación y no recibe la circular puede, igualmente, acercarse hasta las oficinas del ORAL la última semana de mayo para informarse y acogerse a este nuevo proceso de regularización catastral.

El anterior fue impulsado por el Concello en 2012. La empresa contratada por el ORAL para efectuar el trabajo de campo detectó entonces en torno a 3.000 propiedades sin actualizar catastralmente: bien por ser nuevas o por haber experimentado modificaciones constructivas que no estaban tributando.

Se abrió entonces un período voluntario en el que no se cobraron tasas ni atrasos. La mayoría de las propiedades detectadas regularizasen su situación. En 2012 se dieron de alta en el padrón 621 alteraciones catastrales y en 2013, un total 1.007, también como consecuencia de la citada regularización. Según el munícipe, se suscitó, además, un "efecto reactivación" de las altas. Mientras que con anterioridad había años en los que no se había producido ninguna y otros en los que como mucho se registraban 18, 20 o 25, la tendencia a regularizar las alteraciones catastrales ha repuntado en los últimos años. Así, en 2014 se contabilizaron 140; en 2015, 77; y en 2016, 69.

El regidor local quiso subrayar que no solo son susceptibles de dicha regularización los edificios, las viviendas o las naves sino también las construcciones agrícolas. Entran todas las edificaciones -especialmente si disponen de paredes- cuya superficie exceda los 15 metros. Convencido de que también cada una de esas edificaciones tendrá que abonar 60 euros de alta cuando sea dada de alta de oficio por Catastro, el máximo mandatario local aconseja a sus propietarios aprovechar el nuevo proceso de regularización para anticiparse a un hipotético procedimiento de "tabla rasa" del Catastro en materia de tasas evitando así sus perniciosos efectos sobre su bolsillo.