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El Concello ordena la retirada de una reja metálica de la fachada de la Casa da Crespa

También alerta a la Xunta de que la renovación de la carpintería exterior en el inmueble podría incumplir las directrices que marca Patrimonio

Detalle de la carpintería de aluminio en la parte trasera de la casa. // Bernabé/Gutier

El Concello de Lalín ha advertido a los propietarios de la conocida como Casa da Crespa -ubicada en la parroquia de Donramiro- de la necesidad de retirar el cierre metálico o verja que fue colocada en la fachada de la casona meses atrás.

El principal problema, que no el único, estriba en que la estructura no está permitida por el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) una vez que este palacete cuenta con protección y para realizar cualquier tipo de actuación es preciso que se ajuste escrupulosamente a la normativa. Además de que esta verja no fue repuesta, sino que se trata de una obra nueva, la misma está formada por barrotes de metal a modo de lanzas que entrañan un riesgo para la seguridad pública.

Fuentes municipales explican que, tras realizar una consulta con los servicios técnicos, la verja tampoco puede colocarse aunque sea dentro de una estructura de piedra exterior que forma parte de la vivienda. Al margen de la legalidad de la misma, los dueños tampoco pidieron la preceptiva licencia de obra. Desde el área de Urbanismo, que dirige el teniente de alcalde Nicolás González Casares, ya se ha realizado un requerimiento al propietario del inmueble para que proceda a la retirada de esta estructura. El Concello prevé instalar un banco delante de esta casa para su uso por parte de los vecinos y personas que transitan por esta zona.

Por otro lado, el Concello puso en conocimiento de la Dirección Xeral de Patrimonio unas obras realizadas en la parte exterior de la construcción, mediante las que fueron renovados algunos elementos de carpintería como ventanales por otros de aluminio de color blanco. El gobierno local entiende que esta obra debe ser revisada por este organismo de la Xunta para comprobar si se ajustan a las directrices marcadas por Patrimonio, al margen de lo que establezca el propio planeamiento urbanístico municipal. El representante de la familia propietaria de la Casa da Crespa es Manuel del Río Solla, con quien el Concello tuvo años atrás varios litigios por expropiaciones. La finca afectada por la ampliación del cementerio de A Romea -ahora aparcada- también es de los mismos dueños.

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