Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, el jefe de Servizo de Atención Primaria de A Estrada, Juan Sánchez Castro, ideó el plan de mejora continua del centro de salud de A Estrada -en el que trabaja desde hace 23 años- que ha elevado en los últimos 7 años el ínedice de satisfacción del servicio de Atención Primaria estradense del 60 al 97,31% actual. Autor, junto con la trabajadora social del ambulatorio del protocolo de abordaje integral de la violencia de género de Atención Primaria de A Estrada, a pesar de los buenos resultados del modelo hace autocrítica y ve "margen de mejora" en el centro de salud así como en la "coordinación entre los distintos ámbitos". Se marca los próximos 5 años como nuevo horizonte temporal para lograrlo.
-¿Qué supuso el modelo local de abordaje integral de la violencia de género impulsado en los últimos años?
-En 2010 la Mesa Local contra la Violencia de Género decidió que más que trabajar con protocolos había que hacer un proceso que permitiese al cabo de un tiempo -5 años- valorar si se hacían las cosas bien y, de ese modo, incorporar aspectos de gestión a los protocolos para mejorar de cara al futuro. En 2015 hicimos una evaluación.
-¿Cómo resultó?
-Comprobamos que los casos de violencia de género se mantienen estables pero que había margen de mejora en el centro de salud y en la coordinación entre los distintos ámbitos. Solo un tercio de las maltratadas tienen asesoramiento en el CIM y el centro de salud solo detecta una cuarta parte. Por tanto, infradetectamos. Era necesario un referente que coordinase los distintos ámbitos, que la potencial víctima tuviese un referente que guíe todos sus pasos en los distintos ámbitos. Hicimos una mejora del proceso. Queremos mejorarlo. Por eso lo recalibramos.
-¿En qué pretenden mejorar?
-En prevención primaria, detección precoz, educación para la igualdad, atención a la crisis y seguimiento postcrisis. En materia de detección, ahora registramos correctamente todos los casos en el centro de salud. Hay que cubrir el parte de lesiones, que nos va a servir para comunicarnos con el juzgado. Y hay que derivar todos los casos a la trabajadora social para ver las necesidades de la víctima: dependencia económica, vivienda de acogida, ayuda económica e información de los recursos existentes para estos casos. Y también debemos derivar todos los casos al CIM para ofrecerles apoyo legal y psicológico. Y ya en una fase posterior, es conveniente hacer un seguimiento integral y coordinado que incluye actuar sobre el maltratador. Lo veremos en breve. Nos proponemos lograr esta mejora en un quinquenio. Evaluar cómo lo hemos hecho de nuevo en 2020.
