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Un monumento natural demasiado verde

-La maleza invade la Fraga de Quiroga y condiciona las visitas a este espacio protegido -Senderos inutilizados, señalización caída o cierres destrozados, algunas de las deficiencias

Señales de rutas caídas, paneles deteriorados y algunas partes del vallado perimetral destrozadas. // Bernabé/Javier Lalín

La Fraga de Quiroga es uno de los elementos naturales más representativos del territorio lalinense. Este paraje situado en la parroquia de Catasós fue declarado hace 16 años Monumento Natural por la Xunta de Galicia, que ostenta la propiedad de estos más de 48.500 metros cuadrados de terreno en los que se levantan majestuosos ejemplares de robles o castaños, que fueron objeto de estudio por fitopatólogos hace ya más de 60 años. Desde 1998 la también conocida como Fraga de Catasós pasó a manos de la administración gallega.

Este espacio se encuentra en un estado de conservación más que mejorable; las zarzas invaden parte de las zonas habilitadas como senderos o para moverse entre los árboles. Llegar a algunos de los paneles informativos es casi imposible por el mismo motivo y carteles instalados de una ruta están caídos en el suelo o tapados por ramas de árboles. Así se encuentra uno de los principales reclamos del nuevo proyecto turístico enfocado en el paisaje presentado hace solo unos días. Otras de las deficiencias que saltan a la vista son las estructura de madera de su cierre perimetral, que, en algunos tramos están destrozadas. En los últimos años algunos de los robles centenarios acabó desplomándose, o porque estaban enfermos o porque sus altos troncos y débiles raíces no fueron capaces de soportar los vientos y las lluvias del invierno. Muchos de estos viejos árboles permanecen en el suelo y no fueron retirados porque contribuyen a mantener la biodiversidad, actuando como refugio para pequeños mamíferos, reptiles, insectos o ejerciendo como soporte para las setas.

Sí es recomendable acometer unas tareas de limpieza selectiva para que este reclamo turístico y valor para los lalinenses y dezanos esté en un estado que permita su disfrute. La Fraga de Quiroga es propiedad de la Xunta y en principio competería a la administración autonómica su conservación. Solo si existiese un acuerdo con el Concello para hacerse cargo de estas tareas competería a la administración local preservar este paisaje verde. Este bosque fue propuesto por el Concello como uno de los elementos a incorporar en el Catálogo da Paisaxe de Galicia y, aunque tiene visitantes todo el año, en verano aumenta el número de turistas que, a su paso por Lalín, quieren ver de cerca las escenas bucólicas como las que describió Emilia Pardo Bazán. Su acceso es otro invonveniente. Los visitantes que llegan en turismos no tiene donde aparcar y tampoco hay un área para estacionar autocares.

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