Lleva pescando desde que era un niño. Ha sacado de las aguas del Ulla salmones, reos o truchas. El sábado se estrenó en el Concurso Internacional de Pesca de Salmón de la Sociedad Deportiva Río Ulla sabiendo a qué se enfrentaba. Sin embargo, nada la hacía presagiar que la primera participación en este certamen le serviría para dos cosas: para proclamarse vencedor y para descubrir un inmejorable ambiente y compañerismo a pie de río. El salmón que logró Manuel Órrea Moure, vecino de la parroquia estradense de Callobre de 66 años de edad, no se lo puso fácil. Sin embargo, la batalla mereció la pena. Lo convirtió en ganador.
-¿Cómo sienta proclamarse vencedor del concurso internacional del salmón, tan apetitoso para los deportistas que persiguen al "rey del río"?
-Pues estoy muy contento porque este es el primer año que concurso. Tengo sacado salmones pero en aquellos años de atrás. El primero que saqué fue antes de ir a la mili, que estaba trabajando en Rentería, en el País Vasco, y se me ocurrió ir con los compañeros. Quitamos un coto y ya sacamos un salmón que tenía cinco kilos y pico. Después tengo pescado alguno más pero esta es la primera vez que fui al concurso.
-¿Así que pudo haber algo de la famosa suerte del principiante?
-Sí, sí. Estoy muy orgulloso. Para el año, si Dios quiere, o quedo fuera o voy a concursar también.
-El salmón que, por su propio peso, lo convirtió en ganador, no se lo puso nada fácil...
-Costó porque me pasó un detalle. Por la mañana llegué al coto y resulta que llevaba la caña adecuada para el salmón y reo. Pero me partió. Pensé en venir en una escapada a casa y coger otra. Con la misma, vi que tenía una mi hermano de la trucha bastante buena y se la pedí. La llevé pero cuando enganchó, di la voz del salmón y comenzó a juntarse el personal para acudirme. La puntera de la caña -menos mal que tiene una acción bastante buena y no rompe- me llegaba a la mano derecha, donde tenía empuñada la caña. Los compañeros me decían después que por qué no había pedido otra caña pero lo importante es que salió para fuera.
-¿Fue mucho tiempo de lucha?
-Como mínimo 20 minutos.
-Difícil pero al final muy gratificante, ¿no?
-En cuanto lo vi fuera, que yo ya no las contaba buenas con la caña que tenía, y vi el bicho que era, me dije: si no lo veo no lo creo. Fue una emoción muy grande porque era la primera vez que iba a concursar. Fue una gran emoción.
-Le pilló en su primera vez en el concurso, pero ni de lejos fue la primera vez en el río y con el salmón...
-Empecé a pescar desde pequeño. Tengo quitado reos de tres kilos, salmones, e incluso pescado algún salmón andado al reo, con sedal fino y lograr quitarlo. Lo que está claro es que, cuando la cosa está para uno, está para uno.
-¿Qué es lo mejor de esta pesca, por qué gusta tanto este concurso entre quienes desean hacerse con un salmón del Ulla?
-Lo bonito, que nunca pensé que lo fuese tanto, es la organización que tenemos en la sociedad, empezando por el presidente y por los que están detrás de él; el comportamiento de todos los pescadores, de los asturianos que vienen? Cuando empecé a pescar por la mañana ya me dije: solamente por este ambiente, qué bien se pasa aquí el día.
-Vamos, mucha camaradería.
-Sí, sí. Muy buena. Lo noté en todos. Se colgaron todos en mí que pensé que me ahogaban (Risas). Mira la emoción que yo tenía, con aquella caña... Todos estaban mirando pero no le podía hacer caso a todos.
-Pescador desde hace tanto tiempo, ¿cómo ve el río?
-Lo veo muy bien pero también hay que ver otras cosas. También hay ríos pequeños por aquí, que tienen palos atravesados en el medio. Si no se pueden cortar, no se cortan, pero siquiera aquellos que están atravesados... limpiar un poco el río, que tenga salida, tirante...
-Aun queda mucha temporada, ¿seguirá intentándolo con el salmón?
-Sí, tengo un coto para el 1 de julio, en Ximonde, donde quité a este. A ver si la suerte es buena y me acompaña.
