La Fundación Galicia Verde, a través de la coordinadora del proyecto, Cristina Barreiro, hizo ayer las primeras plantaciones de cultivos en la que será la primera huerta urbana a nivel gallego que pone en marcha esta entidad. La fundación se decantó por Lalín "porque yo vivo aquí y la zona que escogimos era un solar inutilizado al que podía dársele vida al mismo tiempo que se fomenta la comunidad y se le aprende a los niños de dónde proceden los alimentos", indica Barreiro.

La parcela municipal que le cedió el Concello de Lalín en febrero tiene una superficie de 1.466 metros cuadrados y se ubica frente al centro comercial Pontiñas. Se transfiere por un periodo de dos años, prorrogables por otros tantos. "Se trataba de una finca de relleno, de cuando se construyeron los edificios del entorno", explica la coordinadora. Al desbrozar la parcela, se percataron de que la tierra no era precisamente la más apta para los productos de huerta, así que se consiguió que el concello les facilitase varios camiones de tierra negra.

Las familias implicadas en la gestión de la huerta ecológica, en plena tarea. // Bernabé/Javier Lalín

Tras estos trabajos de adecuación, ayer, nunca mejor dicho, las ocho familias que se encargarán de gestionar esta huerta comunitaria se pusieron manos a la obra. En ella también trabajarán miembros de la Asociación de Familiares e Enfermos Mentais, Morea. Por la mañana, los asistentes recibieron un cursillo sobre ecoagricultura, para aprender a montar su propia huerta. A la sesión teórica acudieron también varios vecinos interesados en aprender estas cuestiones. Ya por la tarde, comenzaron las primeras plantaciones.

Cristina Barreiro explica que la idea pasa por cultivar, sobre todo hortalizas, aunque también habrá espacio para algunos árboles y frutos silvestres. Los productos se destinarán al autoconsumo, de modo que los excedentes se entregarán a bancos de alimentos y otros fines sociales. Además, durante esta experiencia se impartirán otros cursillos vinculados a temas como el compostaje.