Hace un par de años que un importante número de productores de A Estrada apostaron por el olivo, buscando sentar las bases para la recuperación de este cultivo en el rural estradense. Parte de esos productores son hoy día miembros de la Asociación de Productores de Aceite y Aceituna de Galicia (APAG). Su presidente, José Galán, explicó ayer que la asociación reúne 81.000 olivos distribuidos por distintos puntos del territorio gallego. De ellos, entre 12.000 y 13.000 crecen en suelo estradense. Estos olivareros locales forman parte, de este modo de la entidad que acaba de iniciar ante la Xunta de Galicia los trámites pertinentes para promover la consecución de la denominación de origen Aceite de Galicia.
El citado colectivo autonómico de productores celebró en la tarde del sábado en A Estrada una jornada técnica sobre el manejo de los olivos. Un ingeniero agrónomo habló a los asistentes de las distancias recomendadas entre plantas, así como de los productos que deben aplicar en su cuidado para ser lo más respetuosos posible con el medio ambiente.
José Galán augura que la producción estradense "va a ser importante", aunque sus plantaciones sean todavía muy jóvenes. Avanza este experto que durante el próximo invierno estos olivos abandonarán su fase de vegetación y emprenderán la de producción aunque, evidentemente, sus aceitunas no serán todavía tan abundantes como para iniciar la etapa de comercialización. Esta llegará, calcula el presidente de esta asociación, en el cuarto invierno de estos olivos, entre noviembre y diciembre de 2017. Estima que para ese momento estas plantaciones ya podrían emprender una comercialización de unos tres kilogramos por árbol, permitiendo que cada productor pueda vender entre 800 y 1.000 kilos de aceituna.
"La zona es buena", considera Galán, quien aprecia en su valoración las condiciones climatológicas del municipio y la tierra en la que se emplazan estas plantaciones. Añade que en esta ubicación los olivos cuentan con "suficientes horas de luz" y tiempo de frío, "que también lo necesitan".
El presidente de la Asociación de Productores de Aceite y Aceituna de Galicia explica que el pasado 18 de marzo el colectivo presentó en la Xunta la solicitud para contar con la protección de una denominación de origen para el aceite que se produce en la comunidad gallega, logrando que pase a poder distinguirse desde la propia etiqueta de su embotellado como Aceite de Galicia. Apunta que, con la normativa vigente en la materia, este producto no puede identificarse como tal en su etiquetado, requiriendo para ello la protección de una denominación de origen.
Aceite de calidad
Considera José Galán que, aunque es voluntario, a los productores locales también les interesará, llegado el caso, formar parte de esta denominación, a la hora de comercializar su aceituna "a cierto precio", en la medida en que este fruto podría utilizarse para la elaboración de un aceite de calidad y que sería vendido como producto gallego.
Reconoce Galán que la asociación se creó con la intención de impulsar este reconocimiento para el aceite elaborado en Galicia, tratando de diferenciar el producto de estas tierras del que se obtiene en otras zonas de España. Apunta también que la producción en el contexto autonómico "sale más cara", al hacer frente a características como el minifundio o que el hecho de que los olivares se encuentran "muy repartidos".
A Estrada se lanzó a la aventura olivarera de la mano de proyectos como el Cernes, a través del que se impulsó la plantación de 35.000 olivos que ocuparían 16,5 hectáreas y que pertenecerían a 24 productores. Esta experiencia se combinó con la plantación de manzanos y castaños, orientándose las explotaciones a la fruticultura de tipo intensivo.
