La escultura en piedra y la talla en madera centran la nueva exposición organizada por Parque 32 de Silleda. En esta ocasión, el protagonista de la muestra es un marmolita que por fin ha podido dar rienda suelta a su imaginación tras haberse jubilado. José Luis Alonso Abeledo disfruta esculpiendo la piedra y tallando la madera, aunque tampoco le hace ascos a la pintura en su tiempo libre.

-¿Cuándo descubrió que le gustaba más esculpir que su trabajo como marmolista en la comarca?

-Lo mío es una afición porque siempre me dediqué a trabajar el mármol. Lo que pasa es que en mis ratos libres en mi casa me gustó siempre esculpir y tallar. También hago algo de pintura, pero menos.

-¿Cuáles son sus influencias dentro del mundo de la escultura?

-A mi me gusta mucho la escultura de Miguel Ángel, que pienso que fue lo máximo, y otra referencia importante para mi también es Asorey, del que hay muy buenos ejemplos. Mi escultura es más realista porque no me dio la cabeza para llegar al abstracto. Aunque, a veces, te salgo algo surrealista.

-¿Cuánta producción ha desplazado a esta exposición?

-Hay un poco de todo. En Silleda tengo un par de esculturas más y dos tallas de madera. Como te decía antes, también pinto algo, pero muy poco. Por eso, en esta exposición preferí centrarme en lo que es la piedra y la madera. Con la escultura me siento mucho más unido porque estuve haciendo durante muchos años cruceiros y chimeneas por encargo para la gente, que me sirvieron para iniciarme. La pintura es más una afición que tuve después, y que sigo practicando pero sólo de vez en cuando.

-¿Cuánta aceptación tienen entre los aficionados sus obras?

-He vendido bastante por encargo porque la gente antes te lo pedía más a menudo. La verdad es que hace tiempo que no vendo porque no expongo demasiado.

-¿Piedra o madera?

-Es todo muy parecido. Me gusta la madera, pero no la dejan secar bien y se suele torcer. A partir de eso, me da igual. La piedra es más noble porque lo que vas haciendo ya lo puedes ir viendo.