El alcalde de Lalín mantiene su propósito de fusionar su municipio con el de Dozón y así se lo trasladó ayer al vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda Valenzuela, durante un encuentro de trabajo que ambos mantuvieron en Santiago. A pesar de la oposición frontal del gobierno de este segundo concello, Rafael Cuiña Aparicio entiende que la unión de ambos municipios serviría de parche a la sangría demográfica que padecen al crear una entidad de mayor dimensión.

De hecho, la pérdida de población en el territorio lalinense y la posibilidad de que esta circunstancia pueda desembocar en el descenso de categoría para el municipio es una de las preocupaciones de la corporación local. Y, como ya manifestó en numerosas ocasiones, el alcalde se muestra "convencido" de que "debemos mirar a otros concellos, como puede ser el de Dozón, que a día de hoy no tienen mucho sentido como tales y con los que nos podríamos fusionar". De esta manera se crearía una entidad administrativa "mucho más dimensionada" desde el punto de vista de la superficie y, sobre todo, de la población y también "mucho más eficiente desde el punto de vista económico y de prestación de servicios", señala el mandatario dezano.

El vicepresidente y conselleiro de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza reiteró al regidor su particular apuesta por las fusiones municipales. "Es evidente que miró con buenos ojos mi propuesta, pero la posibilidad de una fusión tiene que partir también de una voluntad por parte del otro concello, que no se da en este momento", indicaba tras el encuentro un Cuiña que también es consciente de que el obstáculo a salvar es la oposición procedente de Dozón, en particular, del gobierno de Adolfo Campos. En cualquier caso, el munícipe lalinense anuncia que está dispuesto a "insistir" en este asunto "hasta que se visualice de forma clara que la fusión es muy necesaria" porque, a su juicio, "entre otras cosas, la actual situación supone una pérdida de recursos muy importante para el Concello de Lalín".

El regidor también trasladó al conselleiro cuestiones relacionadas con los servicios de emergencias y de salud o las parcelarias. En primer lugar, Cuiña planteó la posibilidad de incrementar el número de efectivos del GES (Grupo de Emerxencias Supramunicipal) "en tres trabajadores, cuando menos". Con este aumento se verían cubiertas las necesidades que el personal técnico municipal le viene trasladando en los últimos meses y mejorado el tiempo de respuesta en situaciones de emergencia, como accidentes de tráfico en los que hay que llevar a cabo excarcelaciones. En este sentido, Cuiña considera que en la actualidad se produce "una tardanza preocupante", que se sitúa entre 15 y 20 minutos. "Es necesario recortar ese tiempo de respuesta para ofrecer una mejor atención a las posibles víctimas", declara. Aunque esa demora está dentro de la media gallega, el vicepresidente autonómico se ha comprometido a analizar las posibilidades de atender la petición. "Lo normal es que para poder hacerlo se produzca antes algún tipo de renuncia en otros concellos", admite.