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Financiación municipal

Las competencias impropias suponen para los concellos de las comarcas 2,3 millones al año

Empleo, educación o sanidad absorben el 5,4% de sus cuentas -A servicios educativos se habilitan 1,4 millones

La Xunta reclamó a Lalín 870.000 euros por la gestión de las dos guarderías. // Bernabé/Gutier

El Pacto Local sigue sin desarrollarse en los términos planteados hace una década. Uno de sus objetivos principales perseguía que los concellos obtuviesen más financiación, sobre todo, para atender las competencias impropias. El entonces alcalde de Lalín José Crespo, al frente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y el presidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño rubricaron un documento muy esperado por los alcaldes, pero que diez años después no ha aplicado su filosofía. El problema es semejante al de entonces: los ayuntamientos soportan gastos sobre los que no tienen competencias que no hacen sino debilitar sus ya nada sobradas economías. Si atendemos a las partidas presupuestarias específicas de empleo, educación y sanidad, estas partidas suponen al año casi 2,4 millones de euros a los concellos de Deza y Tabeirós; el 5,3% de sus cuentas.

Con las referencias de las partidas de este año -en Rodeiro tomamos el último presupuesto aprobado- el dinero público que absorben las competencias impropias no es homogéneo en las administraciones locales de las comarcas. Oscilan entre el 2,2% de los presupuestos en el caso de Cerdedo y hasta el 8,1 en A Estrada. Tampoco existe un criterio a la hora de establecer las obligaciones de cada uno, pues mientras hay territorios en los que servicios educativos como guarderías pertenecen a la Xunta, en otros son los propios ayuntamientos los que costean la totalidad de su mantenimiento.

En Lalín los servicios impropios alcanzan los casi 600.000 euros este año. El Concello destina 276.388 euros al fomento del empleo, 315.500 a educación y 3.500 a sanidad. En el desglose de las cuentas de Silleda figuran 94.800 euros para empleo, 175.200 para educación y hasta 85.810 para sanidad. En total es el 5,1% de su presupuesto, frente al 4,2 de Lalín. En Vila de Cruces el reparto es de 40.544 euros para empleo, 146.414 para educación y 34.500 para sanidad, hasta totalizar 221.444 euros. En Rodeiro la cuenta prorrogada indica que las medidas de fomento de empleo suman 28.117 euros y 36.200 al mantenimiento de equipamientos de uso educativo. No constan gastos en sanidad. Tampoco consigna dinero Dozón para planes sanitarios y 8.000 euros para educación y 18.657 en empleo.

A Estrada es el concello al que más le cuestan estos servicios. Al margen de cada ayuntamiento pueda poner en marcha planes de fomento del empleo, son las partidas de educación las más ambiciosas. Esto se debe a que está pendiente la financiación para el mantenimiento de colegios y en casos como Silleda hasta pagaban el personal de limpieza. A Estrada habilita este año 202.533 euros a empleo, 660.434 a educación y 22.656 a sanidad. El resultado: más de 800.000 euros de su presupuesto, de cerca de 11 millones. Forcarei prevé gastar 38.600 euros en empleo, 75.419 en educación y 27.000 en sanidad. Y Cerdedo, 34.680 euros en políticas de empleo y 1.000 en educación.

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