El alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, se desplazó ayer a Santiago para solicitar ante la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural, Agader, el cambio de titularidad de varias fincas en la parroquia de Larazo. En concreto las parcelas privadas que pertenecen a la Iglesia -como el propio templo, el cementerio o el aparcamiento, amén de algunas anexas- aparecen integradas en las masas comunes, lo que les impide a los vecinos acometer obras como la ampliación del citado camposanto. Es el único caso que se produce en todo el municipio cruceño, pero desde la Consellería de Medio Rural la propia conselleira, Ángeles Vázquez, comunicó a Otero que esta circunstancia también se da en otros concellos.

El alcalde cruceño apunta que hay una normativa en la que se contempla que la Xunta puede ceder este tipo de parcelas para equipamientos públicos, dentro de los que se incluiría esa mejora del cementerio. Añade que ahora mismo la pertenencia de esas parcelas a masas comunes ha derivado en un conflicto social, por lo que urge que la Xunta estudie cuanto antes con su asesoría jurídica la resolución de este problema.

Oficina agraria

Por otra parte, la oficina agraria de Vila de Cruces ya cuenta desde el pasado 15 de febrero con un funcionario interino, que cubre así la vacante por jubilación que dejó el anterior trabajador ya a principios de año. El nuevo empleado durante las primeras jornadas realizó su trabajo a caballo entre esta oficina y la de Lalín, para estar asesorado por sus compañeros. Desde la Consellería de Medio Rural se señala que la atención al público está garantizada todos los días, ya que en caso de que este funcionario coja días de asuntos propios se desplazarán a Vila de Cruces empleados de la cabecera comarcal dezana. La oficina despertó cierta polémica el pasado junio al estar cerrada durante 15 días por vacaciones del personal.