Gas Natural Unión Fenosa lleva dos años esperando por la autorización administrativa que debe conceder la Consellería de Economía e Industria para sus proyectos de canalización de gas natural licuado (GNL) en los cascos urbanos de Silleda y Vila de Cruces. Este trámite se solicitó, en el caso cruceño, en julio de 2014, mientras que para Trasdeza la documentación se remitió en agosto de ese mismo año.
En el mismo caso que Silleda y Vila de Cruces se encuentran otros 67 municipios gallegos, entre los que figuran otros dos de las comarcas: Agolada y Forcarei. La inversión que prevé la eléctrica para dotar de gas natural licuado a estos cuatro cascos urbanos es de 1,79 millones de euros. La mayor inversión, según los proyectos iniciales de le empresa, es para el casco urbano de Vila de Cruces, a cuya canalización se destinarán 505.933 euros. El depósito de almacenamiento con una capacidad de 60 metros cúbicos se ubicará en una finca en el entorno de Sabrexo, en la carretera que enlaza con A Bandeira. Cabe recordar que en el caso de Vila de Cruces, y como figura en el proyecto que se expuso al público para recibir alegaciones, la dotación de GNL también afectaría a servicios como la residencia para personas mayores o el matadero de vacuno. Las pretensiones iniciales del gobierno local era que el servicio también llegase al polígono agroforestal de Cumeiro y a la zona de O Camballón. Como en todas las propuestas de canalización, habrá un eje principal y diversas ramificaciones.
En cuanto a Silleda, la inversión será de 472.341 euros. El proyecto ya estuvo a exposición pública en mayo del año pasado, una vez que se publicó la resolución de información pública. Faltan por conocer más detalles de los proyectos específicos para Agolada (en el que la empresa invertirá 400.789 euros) y Forcarei (413.165). Estos cuatro concellos, así como los 63 restantes, aparecían definidos por Gas Natural como "municipios en los que [la empresa] tiene especial interés dentro de su estrategia de expansión".
En 2014, la firma calculaba un periodo de espera de entre tres y cuatro años para que el suministro de gas natural licuado llegase a los hogares. A día de hoy no se barajan plazos de construcción, ya que todo depende de la decisión de la Xunta.
