Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El centro ictiogénico del Ulla cumple una década construido y continúa sin estrenar

Las instalaciones se encuentran en estado de abandono y constantemente asediadas por la maleza - El mutismo es la respuesta cuando se pregunta por cuándo se inaugurará

La imagen del abandono en las distintas instalaciones se mezcla con la del asedio de la maleza. // Bernabé/Luismy

Parece que le ha tocado el papel de 'patata caliente' a la que nadie se atreve a hincarle el diente. A día de hoy resulta difícil averiguar siquiera a quién pertenece el centro ictiogénico construido en la confluencia entre los ríos Vea y Ulla. La obra comenzó a fraguarse en el año 2005. Transcurrida una década desde que la construcción se finalizó, estas instalaciones continúan a día de hoy sin estrenar.

Cuando se pregunta por el futuro de esta piscifactoría, en sus albores pensada para la cría del apreciado salmón, el mutismo en la respuesta. Nada se contesta desde la Xunta y nada se sabe desde la administración municipal. Mientras, las dependencias -en ellas se invirtieron 600.000 euros- continúan siendo víctimas del abandono y acechadas por el implacable avance de la maleza. Un cartel de la obra resiste todavía en pie, sin la puesta en funcionamiento de las instalaciones recomendase retirarlo. El aparente desinterés por aprovechar este recurso no ha invitado siquiera a cortar su cinta inaugural. Todo el mundo parece querer escapar a esta típica foto.

El centro se impulsó en 2005. Fue promovido en el marco del Pacto Ambiental entre Unión Fenosa Generación y la administración gallega. La eléctrica se encargaría de la construcción de las instalaciones para su posterior cesión a la Xunta de Galicia, a fin de que las gestionase la Consellería de Medio Ambiente. Sin embargo, una vez acabadas las obras, la maquinaria burocrática pareció frenarse en seco. Llegó entonces el momento de acumular anuncios sobre futuros usos y de trámites para incorporar las instalaciones al patrimonio de la administración gallega, un paso que, según se dijo en su momento, correspondería al Consello da Xunta. Nada ha trascendido hasta la fecha en referencia esta asunción de la propiedad, gestión que se aseguraba directamente ligada al inminente inicio de la actividad en esta piscifactoría.

La imagen del abandono ha sido la constante en los últimos años. A la huella del deterioro propio del paso del tiempo se une el afán de la maleza por devorar toda la estructura exterior, habida cuenta de que nadie se plantea impedírselo.

Los usos

Al eternizado proceso de cesión de las instalaciones hay que sumar muchos cambios en la finalidad de este centro ictiogénico. Inicialmente se construyó para la cría de salmón, ayudando así a la repoblación del río Ulla. Se dijo diez años atrás que la piscifactoría estaría capacitada para incubar un millón de huevos de salmón al año. Sin embargo, lo largo de estos últimos años desde la administración autonómica se confirmó la realización de diversos estudios, algunos para combinar la producción del salmónido junto con anguila o trucha. Después se volvió a apostar por el salmón, aunque reconociendo que si las condiciones climatológicas y de humedad de estas dependencias se revelaban poco apropiadas para la incubación de huevos de salmón se optaría por ir probando con otras especies. Las últimas informaciones al respecto apuntaron a que en este centro se producirá e investigará con especies en peligro de extinción, aunque sin concretar exactamente cuáles.

Compartir el artículo

stats