El sector inmobiliario es uno de los termómetros de la economía, también en Deza y Tabeirós, aunque en algunos municipios existe un nivel de saturación importante y las bolsas de viviendas en oferta está muy por encima de la demanda. Ni la caída de precios ha conseguido animar al sector que en los últimos años ha notado una caída generalizada en las ventas. La compraventa de viviendas en las comarcas en los últimos cinco años ha caído un 62% de media en la zona, sobre todo por el parón experimentado por Lalín y, aunque menos, también se registró un descenso en las operaciones en A Estrada.
En 2010 se formularon un total de 562 operaciones de compraventa en las comarcas, frente a solamente 211 durante el pasado año. Como indicábamos la capital dezana -donde más se construyó durante los tiempos del boom del ladrillo y donde más inmuebles hay desocupados, hace un lustro se vendieron 226 viviendas; es decir, casi una media de una veintena al mes. El año que despedimos el censo se quedó en solamente 84; por tanto, u promedio de solamente siete. Esta reducción supone en Lalín una caída del 63% en un mercado que en los últimos cinco años tuvo constantes caídas. Durante 2011 se comercializaron 186 hogares, al año siguiente fueron 184, ya 161 en 2013 y un centenar justo hace ahora dos años. Lalín es uno de los pocos casos en los que la vivienda nueva funciona en el mercado, ya que el pasado ejercicio los hogares a estrenar fueron 28 por 30 de segunda mano.
Silleda partía cinco años atrás con 91 compraventas y su punto álgido fue en 2012, con 126 operaciones, pero el pasado ejercicio el volumen cayó hasta la treintena en doce meses, con solo dos viviendas nuevas vendidas.
El descenso más acusado se produce en Vila de Cruces, que pasa de 41 operaciones a solamente 6 el año pasado. Cuatro fueron de inmuebles protegidos, solamente uno a estrenar y tres del mercado de segunda mano.
Las nueve transacciones realizadas en Rodeiro son tres menos que las habidas en 2010, pero además todas del mercado de segunda mano y sin referencias a inmuebles de protección. En Agolada la caída fue del 41% al pasar de 17 compraventas hace un lustro a las 10 con las que concluyó el pasado ejercicio. Como en la capital de Camba todas estas operaciones fueron de hogares usados. Dozón es el concello que rompe una estadística ya de por sí pobre, una vez que cinco años atrás no se había realizado ninguna venta. En 2015 fueron dos y en cinco años solamente siete. El mercado inmobiliario en el municipio más pequeño de la zona es testimonial.
A Estrada había formalizado 157 compraventas y pasó a 60; una media de cinco al mes. Del total, 51 son de casas ya habitadas y tres son de pisos de protección.
En el caso de Forcarei la diferencia fue de 11 compraventas hace cinco años hasta las siete del pasado; un descenso del 36%. Todas las ventas corresponden a inmuebles de segunda mano. Finalmente, solo tres operaciones fueron registradas en el municipio de Cerdedo, cuatro menos que hace cinco años.
