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Rafael Agulló Albors: "El de Silleda es un proyecto personal al que le tengo un cariño especial"

"El elemento unificador del repertorio del festival de bandas es la música descriptiva"

Rafael Agulló lleva la batuta en Silleda y Pontevedra. // Gustavo Santos

La edición número 23 del Festival de Bandas de Música de Silleda reunirá este sábado, a las 21.00 horas, en el Auditorio de la Semana Verde, a la formación anfitriona y a su homóloga de Lalín. Rafael Albors llevará la batuta al frente de la Banda de Silleda en la segunda parte del recital, con un repertorio formado por piezas de Van der Roost, Schwartz, Pina y Navarro. Agulló compagina en la actualidad su trabajo en Trasdeza con la dirección de la Banda de Pontevedra y clases en la escuela de música de la localidad lusa de Viana do Castelo.

-¿Ilusionado con volver a dirigir para el público de Silleda?

-Esto, en realidad, es una permanencia porque nunca me fui. De hecho, las actividades no se paralizaron en todo este tiempo. En la primera mitad de enero nos reunimos para ultimar lo mismo que ofrecemos desde hace años.

-¿Cómo consigue compaginar sus trabajos en Silleda, Pontevedra y ahora en Portugal?

-Es complicado. Compagino al 80 por ciento lo de Pontevedra y, también, lo de Viana do Castelo. Con tal motivo, este año mi carga de horas lectivas en la escuela de Silleda es inferior por razones obvias. La dificultad radica en que se trata de tres agrupaciones con horizontes profesionales, artísticos y sociales diferentes. Eso hace que la manera de enfocar el trabajo en todas ellas sea muy distinto.

-Imagínese que tuviera que quedarse con sólo una de ellas, ¿a cuál elegiría de las tres?

-El grado de satisfacción de tu trabajo viene dado por el empeño que le pongas y el grado de implicación de la gente que tienes a tu cargo, y que en estos casos es distinto en cada sitio. En Viana do Castelo se trata de una banda escolar, donde el objetivo es eminentemente pedagógico; en Pontevedra la banda es profesional, donde las cosas son menos pasionales y más racionales; y aquí, en Silleda, es un ente común entre las dos anteriores. En Silleda todos saben que para mi se trata de un proyecto muy personal, al que le tengo un cariño muy especial desde el primer día.

-¿Cuál ha sido el criterio para la elección del repertorio de este año en el festival de bandas?

-Es cierto que el repertorio lo elijo yo, pero también lo es que desde hace una década me gusta escuchar y analizar las inquietudes de los músicos. Este año se da la circunstancia de que los integrantes de la Banda de Silleda querían que las actividades no superasen las posibilidades logísticas, artísticas y económicas de la formación. Eso no quiere decir que tengamos que reducir la calidad ni tampoco la cantidad de la enseñanza impartida a los músicos. Además, a esta gente no se lo puedes poner fácil porque te lo demandan. Les gustan los retos y las dificultades.

-¿Cómo calificaría entonces el programa de este sábado?

-Se trata de un repertorio de nivel intermedio, pero no fácil por lo que te decía antes. En él, el elemento unificador es que se trata de música descriptiva. Empezaremos con Mercury, de Jan Van der Roost, para seguir con la fantasía Cape Horn junto al solista Rafa Blanco Pena, y continuaremos con el poema sinfónico The Island of Light de José Alberto Pina, para finalizar con The Fly, de Óscar Navarro. Creo que es un programa muy ameno para el espectador, y espero que lo disfruten tanto como nosotros preparándolo para todos ellos.

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