El Estado ha establecido por ley unos baremos para establecer los topes salariales de los representantes públicos, también los alcaldes. Con todo, esta normativa permite a los mandatarios y a sus gobiernos aprobar unos emolumentos respetables, sobre todo si se compara la nómina de un regidor de un concello pequeño con las de, por ejemplo, un alto cargo de la Xunta o del ejecutivo autonómico. En las comarcas el gobierno más caro para sus vecinos es claramente el de Dozón, mientras que menos cuesta a sus ciudadanos es el de Lalín.
En este balance se incluyen solamente los sueldos o dedicaciones aprobadas para los representantes del grupo de gobierno de cada municipio de Deza y Tabeirós-Montes. Es decir, no tenemos en cuenta costes de personal de confianza adscrito al ejecutivo y tampoco las dietas por asistencia a órganos colegiados como las juntas de gobierno -reservadas a los miembros de cada ejecutivo- o las comisiones informativas, especiales o plenos, en los que cobran todos los concejales de la corporación, a excepción precisamente de los que ya tengan una dedicación exclusiva o parcial.
En todos salvo en Dozón, donde el grupo municipal del BNG -único de la oposición- no tiene asignadas dietas por acudir a plenos y tampoco una remuneración como grupo propio dentro de la corporación. Al margen de este hecho puntual e insólito, el gobierno presidido por el popular Adolfo Campos cuesta al año 51.276 euros brutos a sus vecinos, o lo que es lo mismo, 43,6 por habitante. En los presupuestos en vigor figura la dedicación exclusiva del mandatario, de 39.276 euros brutos al año. Pero además del salario del alcalde, otros cuatro concejales cobran de las arcas municipales. Sonia Rodríguez, Mario Vázquez, José Manuel López y José Pousa Guerra ingresan 250 euros brutos mensuales, que en su conjunto suponen 12.000 al año para las cuentas públicas. Solo dos ediles de los siete del gobierno no tienen dedicación.
En el extremo opuesto está Lalín. El cuatripartito de la capital dezana cuenta con tres dedicaciones exclusivas que totalizan 111.454 euros al año. Son las del alcalde, Rafael Cuiña (47.227 euros brutos anuales) y las de los ediles Nicolás González Casares y Miguel Medela, que perciben 46.227 y 28.000 euros respectivamente. El montante supone que a cada lalinense le cueste este año 5,5 euros mantener los salarios de sus gobernantes. En los últimos días el debate acerca de las dedicaciones vivió un episodio que provocó la fractura entre A Plataforma Aberta Cidadá (APAC) y BNG, al negar los primeros un dedicación para el nacionalista Francisco Vilariño, de 28.000 euros. En caso de que fuese aprobada -ya se anunció que no será así- los emolumentos de los ediles del ejecutivo se situarían en 139.454 euros.
Un poco más caro que a los lalinenenses sale a los ciudadanos de A Estrada mantener las nóminas de los miembros del grupo de gobierno. Son, en concreto, 165.454 euros anuales los que perciben los cinco ediles en nómina. El alcalde, José López, es el mejor pagado de las dos comarcas y su dedicación alcanza los 55.000 euros anuales. La de Juan Constenla es de 40.000 y de 30.000 la de Amalia Goldar. Las parciales de Alberto Blanco y de Nemesio Rey suman en cada caso 20.000 euros al año. El promedio queda en 7,8 euros por vecino.
En Silleda los sueldos del alcalde, Manuel Cuiña, y de los ediles Klaus Brey, Pilar Peón y Ana Luisa Costa suman 108.781 euros. El mandatario percibe 42.264, Brey (28.479) y las otras dos concejalas 19.019 euros en cada caso. Estas cuatro dedicaciones representan 12,4 euros por habitante. En Vila de Cruces hay cuatro ediles con sueldo; un gasto de 18 euros por habitante y un total de 100.949 euros. El alcalde, Jesús Otero, cobra 44.623 euros. Beatriz Iglesias (23.401), Andrés Lareu (20.280) y Manuel Souto (12.645) se reparten los demás salarios. En Agolada solo hay la dedicación de su alcalde, Ramiro Varela, de 39.494 euros, que cuesta 15,2 a cada vecino. Casi 21 por habitante vale a los rodeirenses mantener el salario de su alcalde, Luis López (33.900) y los de los ediles Roberto Quintá y Cati Somoza, de 800 euros brutos mensuales cada uno. En total son 56.317 euros.
En Forcarei y Cerdedo solo cobran sus alcaldes -40.000 euros brutos al año cada uno-. La nómina de la forcaricense Belén Cachafeiro supone 10,8 euros anuales a sus vecinos. Y 21,8 a los cercedenses la de su primer edil, José Balseiros.
