Igual que se protege una casa con una puerta blindada o una alarma, niños y padres deben blindarse contra el ciberacoso usando el "sentido común". Revalorizar la intimidad, evitar proporcionar información privada en las redes y desconfiar de los perfiles y contactos que no conozcan personalmente lo suficiente para saber que merecen su confianza son las mejores bazas para prevenir el ciberacoso. Todo ello así como saber qué hacen y con quién se relacionan los hijos en la vida real y en la virtual también son claves para evitar que sean víctimas o acosadores.
Así se lo explicaron ayer el juez del Juzgado Número 2 de lo Penal de A Coruña, José Antonio Vázquez Taín, y el responsable del Equipo de Investigación Tecnológica de la Guardia Civil de Pontevedra, José Torres Meira, a estudiantes de los IES Número 1, García Barros, Antón Losada y Nosa Señora de Lourdes y más tarde a padres y profesionales en una jornada orientada a proteger a los menores organizada por el Centro de Información á Muller (CIM) y el departamento de Prevención de Drogodependencias de la Concellería de Sanidade del Concello de A Estrada contando con la colaboración de la Agasp.
Taín y Torres destacaron que la telefonía móvil y las nuevas tecnologías son "herramientas fantásticas" si son bien utilizadas. Ahora bien, hicieron notar los peligros que abrigan "si no las usamos con sentido común". Hicieron notar que la "escasa cultura de la privacidad" actual -que lleva a intercambiar fotos y exponer en las redes una forma de pensar que antes solo se mostraba con personas con las que se tenía confianza- abre la puerta a "un peligro real". "Detras de internet hay cientos de millones de personas que os están viendo", alertó Taín.
"Cada vez que nos conectamos a internet ya estamos controlados", advirtió Torres, recordando que las comunicaciones pasan por máquinas y estas se controlan. Hicieron notar que si las aplicaciones en las que las multinacionales invierten millones son gratuitas es porque son "un sistema de control de masas". "Quieren saber lo que os gusta" y, así, es posible "manipular". Advirtieron de los riesgos de la mensajería instantánea -señalaron que Whatsapp hace que sea muy fácil acceder a las comunicaciones de sus usuarios en tanto que Telegram es más seguro- y tambiénlos archivos fotográficos y videográficos proporcionan, con software de fácil acceso, muchísima información que permite localizar a las personas y, por tanto, las convierte en vulnerables al ciberacoso.
"Antes de colgar algo en la red, pensadlo muy bien", señalaron. También les recomendaron "proteger" sus datos. Para ello, conviene cambiar las contraseñas que los router traen por defecto de fábrica y también cambiar las claves en 6 ó 7 meses. Tampoco se deben realizar compras online, acceder a banca online, cambiar contraseñas o conectarse a las redes sociales o al chat, acceder a facturas online ni conectarse en remoto a otros equipos a través de la red wifi de establecimientos públicos. Es como dejarle la puerta abierta a un intruso. Y hay personas que se dedican a traficar con los datos obtenidos en el mercado negro. Los perfiles, las ofertas y los contactos en la red son "siempre cuestionables", señala Taín. Si no os protegéis, los jueces no podemos hacerlo" y "una broma solo es graciosa si se ríe todo el mundo, incluso el objeto de la broma". "No soportéis bromas pesadas. Y menos por internet. Cuando os déis cuenta, os habrán quitado una parte de vuestra vida", señaló.
Y el objeto de acoso siempre suele ser el más débil. Los espectadores de ese acoso también son responsables. Hoy ser menor ya no es excusa. Si la víctima sufre depresión o intenta suicidarse, los daños pueden cuantificarse. Insultar o acosar por las redes sociales también le puede salir muy caro al acosador. Pueden ingresarle en un centro de menores o imponerle a sus padres el pago de indemnizaciones en concepto de responsabilidad civil.
