Vilariño es el damnificado por el veto de APAC a su dedicación exclusiva. Pero el veterano edil nacionalista resta importancia al hecho de que su trabajo esté vinculado a un salario público, pues, asegura, este es el marchamo del BNG desde hace más de 25 años en Lalín: trabajo por la ciudadanía sin pensar en una recompensa económica. Francisco Vilariño expone que su dedicación -que iba a ser aprobada en el pleno de este jueves- no solo figuraba ya en los presupuestos municipales ratificados a finales del año pasado, sino también en la firma del pacto de gobierno ya con las cuatro fuerzas al sumarse el BNG. "Además de esto, hay mucha dignidad de 25 años de trabajo contra las políticas del PP; la verdad también es esa", declara en nacionalista, quien ve en el veto de APAC a su dedicación un cambio de postura que no entra a valorar. "Había un acuerdo, si no en ninguna cabeza entra que esto se trasladase ahora". Dice que con su salario, solo pretendía ganar más tiempo para trabajar en exclusiva para el concello, pero este revés no implica una merma de su compromiso. "Estoy muy centrado, muy cómodo con los compañeros y con la acción de este gobierno", dice y alega que con su dedicación ganaría menos que con su empleo actual.