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El relojero del sol

El estradense Luis Ferro concluye con más de 70 unidades su catálogo de relojes solares existentes en A Estrada

En un jardín de Cereixo.

El estradense Luis Ferro ha tenido siempre un reloj a mano. En su Codeseda natal le bastaba mirar por la ventana de casa para poder leer la hora que marcaba el sol Si se encontraba en la escuela, en la huerta podía hallar lo que los vecinos llamaban "cuadrante". Los primeros relojes solares que conoció este genealogista los encontró en As Quintas. Años después, su pasión investigadora lo llevaría a reparar en otros muchos relojes existentes a lo largo y ancho de A Estrada. No dudó en sacar su inseparable cámara fotográfica para iniciar un inventario. Hoy día lo da prácticamente por cerrado. En el catálogo de este relojero del sol figuran más de 70 ejemplos estradenses.

Los escudos son una de las grandes pasiones de Ferro. Siguiendo su pista a través del rico patrimonio arquitectónico estradense reparó un día en los dos relojes de sol que encontró en el Pazo de Oca. Así comenzó un listado que le llevaría desde 2013 a un buen número de parroquias de A Estrada para recabar datos sobre los singulares elementos empleados hace años para medir el fugaz paso del tiempo.

Luis Ferro publicó en el último volumen de A Estrada. Miscelánea Histórica e Cultural un trabajo que resume su investigación sobre los relojes de sol existentes en el término municipal estradense. El autor reconoció ayer que la propia publicación ha hecho florecer nuevos hallazgos que no tenía catalogados, caso de los dos relojes encontrados en Arca o los localizados en Couso, Orazo y Paradela. Calculó este investigador que los ejemplos más antiguos se remontan al año 1700, si bien apuntó que de un tiempo a esta parte existe cierta tendencia a colocar en algunos puntos relojes solares como motivo ornamental, aun cuando se trate de construcciones modernas.

Iglesias, casas hidalgas, pazos y hórreos se convertían en lugares oportunos hace siglos para colocar, en un lugar elevado, los relojes que permitían a los estradenses de otra época saber en qué hora vivían. Explica el artífice de este catálogo que muchos de estos elementos se encuentran en mal estado de conservación, debido a su exposición a las inclemencias meteorológicas. y la acción natural de líquenes, hiedras y maleza.

La morfología de los relojes solares encontrados en A Estrada es variada. Los hay rectangulares, circulares, semicirculares, cúbicos antropomórficos y de fantasía. Para los poco conocedores de cómo funcionan estos elementos, Ferro simplifica su estructura. Se componen, explica, de dos piezas fijas. Una de ellas es una superficie plana sobre la que se marcan las líneas horarias -se la llama cara del reloj- y la otra es una pieza de metal de forma triangular (estilete, gnomo o varilla, se denomina). Se encarga este elemento de proyectar sombra sobre las líneas horarias, desplazándose a lo largo del día en función de la posición del sol. "Empiezan y rematan en la seis", explica Luis Ferro, para luego aclarar que las seis de un reloj de sol son las ocho que marcaría a día de hoy un reloj de pulsera, por ejemplo.

El catálogo de Ferro sitúa dos de estos relojes en la parroquia de Aguións, uno en la iglesia y otro en el Pazo de Preguecido; en Ancorados encontró uno en un hórreo, idéntico lugar elegido para el localizado en Arnois. En Santa Mariña de Barcala hay otra muestra en la parte posterior de la iglesia, con forma cúbica de tres caras. El hallado en Berres, en el lugar de Mato, tiene una singular forma antropomórfica. En esta parroquia existe otro reloj solar en el jardín de una casa de Rocaforte.

En Castro encontró este investigador otra muestra en el jardín de una casa y en Cereixo pudo localizar dos, uno sobre una fuente en un jardín y otro en Pernaviva. Codeseda reúne siete ejemplos: en una casa de Devesa, en hórreo de Fontenlo, otra vivienda de Fontenlo, un jardín de Marcenlos, hórreos de Marcenlos y As Quintas y en la cima de una casa en este mismo lugar.

Couso, Curantes, Frades, Guimarei, Lagartóns, Liripio, Loimil, Matalobos, Moreira, Oca, Orazo, Ouzande, Paradela, Pardemarín, Ribeira, Riobó, Ribela, Rubín, Sabucedo, Santeles, A Somoza, Souto, Tabeirós, Santo André de Vea, San Xurxo de Vea o Vinseiro son algunas de las parroquias de A Estrada que también suman relojes al catálogo de este genealogista estradense.

Ferro es Diplomado en Heráldica Militar, miembro de la Asociación de Estudios Históricos de Galicia y delegado territorial para la provincia de Pontevedra de la Asociación de Genealogía Heráldica y Nobiliaria de Galicia. En 2011 fue distinguido como investigador por la Asociación de Genealogía, Heráldica y Nobiliaria de Galicia.

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