La comunidad evangélica de Vilar se fundó en 1902, después de que el cura párroco les reclamase a los vecinos el pago de un tributo, la oblata, que consistía en dar a la Iglesia parte de los bienes obtenidos en los trabajos agrícolas. Un abogado les recomendó que se cambiasen de religión para eludir dicho impuesto, y les habló de una colonia de Asamblea de Hermanos que vivía en Marín. En tiempos de mayor presión demográfica, en Vilar llegó a haber un número signiticativo de protestantes, pero en los últimos años la cifra de seguidores de esta corriente religiosa ronda las 30 personas. Su pastor es Daniel Campelo, que llegó hace unos años a Silleda procedente también de Marín. Antaño, decenas de evangélicos de esta localidad pontevedresa así como de Vigo pasaban en Vilar la Semana Santa.

Campelo explica que no hay ningún oficio especial previsto para estas jornadas festivas de Semana Santa. Lo único que se hace a mayores es un campamento para niños que comenzó ayer por la noche y que se extenderá hasta el domingo. Es una actividad que se organiza desde hace varios años. Esta comunidad religiosa cuenta con un local de culto que permanece abierto los sábados y domingos, como explica Campelo. Los sábados los fieles se reúnen sobre las 18.00 horas para reflexionar sobre las lecturas bíblicas, mientras que los domingos se celebra la eucaristía.