El político lalinense Manuel Abeledo López falleció ayer a los 70 años en A Coruña, donde residía, aunque había nacido en la parroquia de Goiás el 5 de abril de 1945. Con problemas de salud desde hacía años, Abeledo fue presidente de la Diputación provincial entre 1995 y 2003. Había entrado en política de la mano del también fallecido Xosé Cuiña, donde desempeñó el cargo de Director Xeral de Transportes de la Consellería de Ordenación do Territorio y en 1994 tomó posesión como delegado provincial de Consellería de Agricultura durante los gobiernos de Manuel Fraga al frente del ejecutivo autonómico.

De perfil discreto, era una persona muy querida no solo en su tierra, sino también por muchos de los que tuvieron la oportunidad de trabajar con él en la administración pública y en el Partido Popular gallego. Abeledo también tuvo un paso fugaz por la política municipal y fue concejal entre junio de 1995 y julio de 1999 con José Crespo Iglesias en la Alcaldía de la capital dezana. Estaba casado con Carmen Pérez Díaz y tenía tres hijos: Carmen, Marta y Manuel; y un nieto, Antonio. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Salamanca, fue profesor del colegio Liceo La Paz de A Coruña (1973-1975) y funcionario del cuerpo de inspectores de Educación. Entre finales de los años 70 y mediados de los 80 ejerció como funcionario en Málaga y en Melilla. Abeledo llegó a la presidencia de la Diputación tras César Mera y hasta que en 2003 fue relevado por Rafael Louzán. Durante sus dos mandatos imprimió a esta institución una gestión marcada por la optimización de recursos y el control del gasto.

La capilla ardiente con los restos mortales de Manuel Abeledo fue instalada ayer por la mañana en el tanatorio Jesús Taboada de la Avenida Bos Aires de Lalín, por el que pasaron numerosos amigos y vecinos para darle las condolencias a la familia. Además de la viuda y sus hijos, el fallecido tiene dos hermanos también muy conocidos: Rafael y José Antonio. El primero es comisario superior de la Policía Nacional y el mediano de los tres también se dedicó a la misma profesión. Las muchas personas que se acercaron ayer al tanatorio coincidían en destacar la calidad humana del fallecido, además de que su familia era muy conocida y apreciada. Su padre, Antonio Abeledo Graña, fue concejal con Xosé Cuiña entre 1983 y 1987.

Hasta la capilla ardiente acudieron compañeros de partido o de corporación como el exalcalde popular José Crespo o el exconcejal Camilo González Bodaño, además de otros exediles. La exconselleira Manuela López Besteiro también quiso arropar a la familia y estaba previsto que, entre otros, se desplazasen a Lalín compañeros como el exalcalde de Vigo Manuel Pérez.

El alcalde, Rafael Cuiña, recalcó la honradez de "Manolo Abeledo", del que dijo era muy amigo de su familia. "Él no se consideraba un político, sino un gestor, pero fue sin duda un político coherente e impecable".

En clave más personal recordó la excelente relación que tuvo con su padre. "Fue uno de los que fue fiel hasta el último día a Xosé Cuiña, cosa que otros no pueden decir", declaró. También concretó que contactó con los representantes de los grupos del gobierno local y del PP para acordar la declaración de un día de luto oficial. Hoy, además, las banderas del consistorio ondearán a media asta. "No conozco a nadie que hablase mal de él", dijo.

En una declaración institucional el Concello destacó de Abeledo que en durante su vida mostró un enorme apego y estima a su tierra natal, "con la que siempre estuvo involucrado, cumpliendo con una impecable labor como servidor público, motivo por el que guarda un incuestionable aprecio de sus gentes". El alcalde quiso mostrar el reconocimiento de todo el gobierno "a una persona excepcional que siempre permaneció al servicio de su pueblo".

El funeral de cuerpo presente será hoy a partir de las 13.00 horas en la iglesia parroquial de Goiás y posteriormente será incinerado en la intimidad.