Parques eólicos, autopistas, embalses y otras infraestructuras dejan en los ayuntamientos un impuesto directo que en un año representa en las dos comarcas algo más de 1,3 millones de euros. Los Bienes de Características Especiales (BICES) más representativos en la zona son los complejos energéticos eólicos y, en los casos de Lalín y Silleda, también la tributación de la AP-53. La recaudación obtenida por cada ayuntamiento va en función de la actividad y dimensión de estas infraestructuras, por eso aparecen casos de concellos menores en los que los ingresos por BICES son muy representativos al tener asentados en su territorio varios parques eólicos.
En pleno debate, de nuevo, sobre el concurso eólico promovido por la Xunta, las instalaciones en funcionamiento están obligadas a pagar un impuesto. Así las cosas en Lalín constan cuatro infraestructuras de esta energía renovable y otras tantas en Forcarei y Cerdedo. Dos hay en A Estrada, las mismas en Silleda y una en Vila de Cruces y Agolada en cada caso.
Pero dentro de todos los bienes de característica especial el último informe de recaudación, referido a 2014, indica que los nueve municipios de las comarcas ingresaron 1.340.916 euros. Esta es la recaudación neta conseguida después de detraer los derechos anulados, que ese año solamente consta en Dozón y en A Estrada. En el primer caso fueron se cancelaron 5.077 euros sobre la previsión y los derechos reconocidos, mientras que en A Estrada la cifra es insignificante, con 92 euros. Lalín es claramente la administración local de las dos comarcas en la que los BICES dejan más recursos. Fueron, en concreto, 458.914 euros de recaudación neta, lo que supone el 34% de los ingresos de todos los concellos. Siempre refiriéndonos a la misma anualidad, Lalín sumó casi 5.000 euros a mayores de los que se habían consignado en los presupuestos municipales para este fin.
Relevante, más todavía por la diferencia presupuestaria entre un municipio y otro, son los 269.912 euros que llegaron a las arcas públicas de Silleda en doce meses. Según los datos aportados por el Ministerio de Administraciones Públicas, las transferencias recibidas por este concello son las mismas que se habían presupuestado; es decir, no llegaron recursos a mayores.
En Vila de Cruces sus BICES pagaron 112.357 euros, que, según el documento público suponen 22.470 menos de los esperados. Todo apunta a que el resultado se debe a un desajuste en las previsiones, pues no constan que hubiese derechos adquiridos que se anulasen.
Rodeiro, cabe recordar que tiene en su territorio cuatro complejos eólicos, es el tercer ayuntamiento de Deza que más dinero recibe por los bienes de característica especial. Este apartado se incluye en las cuentas municipales dentro del epígrafe de los impuestos directos o los que graban la propiedad. Las transferencias recibidas totalizan 134.822 euros.
En menor medida repercute este impuesto en las cuentas locales de Agolada, ya que fueron 55.198 euros. En este caso sí existe una diferencia entre la previsión de recaudación y la que figura en la liquidación: son 8.300 euros menos. En Dozón fueron anulados 5.000 euros de derechos de previsible cobro, con lo que la cantidad definitiva suma 43.132 euros.
Los BICES obligados a tributar en A Estrada aportaron a las cuentas municipales 110.394 euros, que son 4.800 más de las previsiones de su equipo de gobierno. En Forcarei la recaudación ascendió a 126.215 euros. Este volumen de ingresos es muy relevante en este concello, sobre todo si se compara con el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI de naturaleza urbana; la principal fuente de ingresos tributarios ordinarios de cualquier administración local. En Forcarei la contribución urbana alcanza los 310.000 euros, de ahí el peso de los BICES sobre sus presupuestos. En Cerdedo las transferencias se acercaron a los 30.000 euros, 7.000 menos de lo planteado.
Un dato curioso aparece en la liquidación de las cuentas municipales correspondientes a bienes de característica especial de 2013. En Lalín la recaudación ascendió a 362.600 euros, pero en el balance figuran 375.300 euros de derechos de pago que fueron anulados. En Silleda se cancelaron 267.800 euros de este tributo, que finalmente dejó 221.800. Y en A Estrada las transferencias anuladas rebasaron los 152.000 euros, con lo que quedaron 75.800. Un año antes Lalín había rebasado el medio millón de euros por BICES (562.000). Silleda recaudó 337.000, Vila de Cruces (132.000) y 102.000 Rodeiro. A Estrada obtuvo 147.200 y Forcarei, 124.300. Cerdedo se mantuvo en torno a los 30.000 euros, como los últimos años.
