El ambulatorio de Lalín tiene en lista de espera a más de 400 pacientes para ser atendidos en el servicio de fisioterapia. En algunos casos se trata de personas con citas concertadas desde finales de 2014, una situación que no solo ha provocado quejas entre los usuarios, sino que también los sindicatos se han hecho eco de un problema al que la Consellería de Sanidade debe poner remedio cuanto antes.
Mientras desde la Xerencia de Xestión Integrada de Santiago -área a la que pertenece Lalín y la comarca dezana- se estimó que las demoras próximas son de dos meses, lo cierto es que fuentes sindicales aseveran que con los datos que manejan estaríamos hablando de pacientes que no fueron atendidos todavía pese a haber concertado una cita para esta atención especializada hace ahora en torno a dos años y medio. De los usuarios que no han sido llamados para fisioterapia unos 400 son pacientes ordinarios, 26 son preferentes y dos casos más son urgentes. Aunque el servicio está centralizado en el ambulatorio de Lalín, esta especialidad se presta también para los pacientes de Silleda, Vila de Cruces, Rodeiro, Agolada y Dozón. Más que una carencia de organización en la infraestructura sanitaria dezana el problema estriba, como en otros casos, en la escasez de medios humanos para que esta asistencia se realice dentro de un orden y con unos tiempos de espera razonables.
Según recoge la propia página web del Sergas, el ambulatorio de Lalín está dotado con tres profesionales para atender el servicio de fisioterapia. Pero, ¿cuál es el problema? Según representantes del sindicato Comisiones Obreras de estos tres solamente una profesional es titular de la plaza. El resto de los fisioterapeutas tendrían un vínculo eventual por acumulación de tareas, habiendo por tanto dos plazas vacantes que, incluso están presupuestadas. Además tampoco estarían adscritos a esta especialidad tres médicos rehabilitadores. El resultado no es otro que la titular de la plaza atiende un censo de pacientes que es capaz, pese a estar desbordada, mientras que los otros dos son profesionales eventuales que, como ocurre en muchos casos, no pueden realizar tramos horarios de atención completa precisamente por acumulación de tareas.
Otro problema importante estriba en que existe una auxiliar de clínica adscrita al área de fisioterapia de este ambulatorio, cuyas ausencias no están siendo cubiertas desde la consellería. El servicio acaba saturado y así se entiende que la lista de espera no solo supere el año largo, sino que haya más de 400 personas que todavía no recibiesen cita. Estamos hablando de una cantidad muy importante para los usuarios potenciales que tiene Deza, en una zona, además en la que en los últimos años se han puesto en marcha muchas clínicas privadas o profesionales autónomos que, deberían haber descongestionado una parte de la demanda. En todo caso aquellos que decidan acudir a la sanidad pública se topan con una realidad casi desesperante. En los últimos meses trascendieron quejas de usuarios, algunos de ellos preferentes, que acumulaban varios meses sin ser atendidos. Los afectados pedían a la consellería que pusiese remedio, una vez que los medios humanos eran insuficientes y los profesionales estaban desbordados.
Comisiones demanda que se estabilicen las plazas en fisioterapia y asegurar las coberturas mediante contratos estables, una vez que el trabajo que tienen que realizar los profesionales así lo requiere, máxime cuando se piensa en el beneficio del paciente, que además al ser atendido por un mismo profesional se logra una mejora en la calidad asistencial. Actualmente, cuando el fisioterapeuta se va, es preciso sustituirlo. Otra cuestión que se pone encima de la mesa es la carga de trabajo que soportan los profesionales que, en Lalín, atienden a seis municipios de referencia, o lo que es lo mismo a una población de más de 41.000 personas. Los usuarios que precisan de tratamientos de fisioterapia son tanto neurológicos como politraumatizados, apuntados o los que se han sometido a cirugías. Todas ellas son patologías diferentes y por tanto requieren de una atención diferenciada. Este sindicato resalta asimismo que para establecer las cargas de trabajo no solamente hay que tener en cuenta las ratios de pacientes por profesional, pues es muy importante y tiene una especial incidencia en la determinación de estas cargas, las características y patologías de los usuarios.
La alternativa está en la sanidad privada que, en algunos casos, también tiene lista de espera en la especialidad de fisioterapia. En parte quizá se deba al colapso de la pública.
