Cientos de personas quisieron ser ayer partícipes del homenaje póstumo al escritor cruceño Xosé Neira Vilas celebrado en el museo de la Cidade da Cultura. Una ceremonia que congregó a autoridades como el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; o los alcaldes de los municipios de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, así como representantes del mundo académico y cultural. Tampoco faltaron en este acto oficial los vecinos y amigos del escritor de Gres, muchos de ellos se desplazaron en autobús desde Vila de Cruces.

La actuación de la Banda Unión Musical Ponteledesma abrió, a ritmo de pasadoble gallego, la ceremonia. Fue el actor Cándido Pazó quien se encargó de la apertura del acto y a la par ejerció de conductor del mismo. Núñez Feijóo elevó al protagonista de Memorias dun neno labrego, Balbino, a un "Olimpo literario" en que estaría acompañado de otros grandes protagonistas de la literatura como Tom Sawyer u Oliver Twist, "ejemplos de humildad, modestia y sencillez". El jefe del ejecutivo gallego destacó que "Neira Vilas pasa por la vida de puntillas" haciendo gala de un "cosmopolitismo con raíces" que consiguieron dar forma a una "Galicia extraterritorial que debe su himno y bandera a aquellos que la tuvieron presente aún en la distancia". También en este sentido destacó la intervención del presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares, que incidió en la faceta de Neira Vilas como "gallego en América" sin convertirse luego en un "americano en Galicia".

Frente al tono solemne de las intervenciones se intercalaron actuaciones musicales y representaciones a cargo de la Asociación Cultural Cantigas e Agarimos o el alumnado del CRA de Boqueixón-Vedra, que llevó a cabo una recreación del Entroido, así como la compañía de Teatro Os Quinquilláns o la poesía de Rosalía Morlán. El himno puso el broche al recuerdo a Neira Vilas.