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Lobos en la carretera, perros en Oirós

Identifican la manada vista en las últimas semanas en el vial Silleda-Vila de Cruces como una familia de canes

Siete cánidos en medio de una vía transitada y a plena luz del día. La estampa, nada habitual, llamó la atención de varios conductores, que los identificaron como lobos, en distintos días de las últimas semanas en la carretera que une Silleda y Vila de Cruces a la altura de la parroquia de Bodaño. Uno de los testigos, Alberto Pallares, impresionado ante lo que estaba viendo, se paró a fotografiar la escena. La instantánea, tomada el 5 de marzo, mostraba siete cánidos -dos adultos y cinco cachorros- trotando por uno de los carriles de la PO-205. La imagen, publicada al día siguiente por FARO DE VIGO, causó gran impacto y abrió un debate social sobre la identidad de los animales: Lo que para unos eran lobos, otros los identificaban como perros.

Esta segunda hipótesis fue la barajada -una vez superadas las dudas iniciales- por expertos como el biólogo lalinense Martiño Nercellas. La fotografía, tomada a cierta distancia, no ofrecía una imagen nítida de los cánidos, por lo que su identificación con certeza era muy difícil. Con todo, lo que más escamó a los especialistas de la fauna salvaje desde un primer momento fue la presencia de cinco cachorros, pues apenas uno o dos de cada camada suelen superar el primer invierno, así como la edad de los mismos. Su tamaño era más pequeño de lo aguardado para ejemplares nacidos entre los meses de mayo y junio, que es la época habitual de cría del lobo ibérico, y su pelaje tampoco coincidía con el propio del período invernal. Su comportamiento, separados del grupo sin temor, y la presencia en la manada de adultos, que deberían estar próximos a la época de celo, hacían pensar a los estudiosos que se trataba de perros, y no de lobos.

GALERÍA | Confunden una manada de perros con lobos en Vila de Cruces. // Bernabé / Javier Lalín

El propio Nercellas puso en marcha una investigación para corroborar su hipótesis que terminó desvelando la presencia de una familia de perros con el mismo número de miembros y características en una casa de la cercana parroquia de Oirós. Se trata de dos canes adultos y cinco cachorros que se mueven con libertad por la zona, hecho del que ha sido alertado el Seprona. La madre tiene rasgos similares a los de un pastor alemán, mientras que las crías presentan cierta apariencia lobezna. De ahí quizá provenga la confusión en la identificación de la especie, como atestiguaba ayer mismo un vecino de Bodaño: "Los vi en el cruce de Oirós y varios parecían cruces de lobo". El padre sería otro perro del lugar, según su propietaria, y no el macho adulto que deambula con ellos y que semeja un cruce de pastor alemán.

Los siete canes se encontraban, efectivamente, ayer por la mañana en una propiedad de Oirós, de la que pueden salir libremente, al no estar atados ni encerrados. Su dueña da por hecho que fueron estos animales los que fueron vistos días atrás en Bodaño y se muestra escéptica ante la otra opción: "Es muy raro que los lobos se dejen ver así por el día", opina. Al mismo tiempo, admite que el aspecto de los jóvenes puede inducir a error: "Yo vi dos lobos en el monte cuando era joven y la verdad es que eran parecidos a estos", añade la anciana, que desconoce la existencia de ataques a ganado en su aldea. Si le constan las denuncias habidas en Toiriz o A Goleta (Lalín), que refrendan la presencia de lobo en la zona.

La mujer asegura que los dos perros adultos aparecieron en Oirós y se quedaron en su casa, "y eso que no les dábamos de comer", afirma. La hembra enseguida se habría hecho respetar por sus dotes como guarda del ganado. "La verdad es que es muy buena para las vacas", dice su dueña. Su último parto se saldó con nueve cachorros, con cinco supervivientes -cuatro hembras y un macho-, de los que quieren deshacerse mediante donación.

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