No se habla de otra cosa en los bares, en la sala de espera de los dos centros de salud y en cualquier corrillo de vecinos que pueda celebrarse durante estos días en tierras trasdezanas. Con la alegría aún reciente por un premio de 270.000 euros vendido en el puesto de la ONCE a principios de este mes, los silledenses ya tienen un nuevo agraciado con la varita mágica de la suerte en esto de las apuestas. Se trata de un vecino de la parroquia de Cortegada, al que le han tocado 1,8 millones de euros en una apuesta combinada de deportes, a través de la plataforma bwin. Es un ciudadano de origen portugués que lleva ya un tiempo residiendo en Silleda junto a su pareja y que se dedica al mundo del transporte. Vecinos de la zona incluso mostraban ayer sus dudas respecto a si era esta persona la agraciada, "puesto que sigue llevando la misma vida de siempre", apuntan.
Los datos que circulan durante estos días son, en realidad, un tanto confusos, pues en un inicio trascendió, por error, que el ya nuevo millonario era vecino de Laro, y no de Cortegada. En un principio se habló también de que la cantidad ganada ascendía a 2 millones de euros. Hubo quien, incluso, señaló que se trataba de una apuesta en un deporte inglés y que la cuantía ascendía a 1,8 millones, pero de libras.
Tampoco se sabe en qué bar se selló el boleto, ya que son numerosos los cafés que disponen de estas máquinas que permiten hacer apuestas múltiples. Es más, dado el trabajo del agraciado, hasta es posible que el boleto ganador ni se sellase en ningún establecimiento de la comarca. Todo esto motiva que la incertidumbre por conocer al agraciado sea aún considerable en buena parte de los establecimientos trasdezanos.
Casos anteriores
Con estos resultados, no sería de extrañar que de pronto los silledenses se animasen a tentar a la suerte, visto que parece estar afincada en Trasdeza, y con premios nada modestos. Pero no es la primera, ni la segunda vez, que el azar sonríe a un vecino de Silleda. En octubre de 2009, hace más de seis años, otro residente en estas tierras, pero de nacionalidad rumana, vio cómo su vida daba un vuelco gracias al azar. El joven, que por entonces tenía 27 años, consiguió el primer premio de la Lotería Primitiva, agraciado con 7,75 millones de euros. Era el único acertante de la combinación ganadora, junto a otro jugador de Barcelona. El joven había sellado el boleto en el bar Lago, que dispone del despacho de apuestas desde hace más de medio siglo. Este premio se convirtió, hasta la fecha, en el más grande que concedió el mítico local trasdezano, que hace varios años entregó otro, pero de cinco millones de pesetas.
