El Centro de Información á Muller (CIM) de Lalín funciona desde el año 2002 y atiende a las mujeres de la capital dezana, así como a las vecinas de Rodeiro y Dozón. Está atendido por la psicóloga Teresa Rocha (que además es su directora) y la abogada Beatriz Alvarellos.
-Nuestro volumen de trabajo continúa siendo el mismo, aunque probablemente existan más casos de los que trascienden a la opinión pública a través de la prensa. Nosotras nos encargamos de ofrecer una información integral a la víctima de violencia de género, de modo que la informamos de cuestiones legales como el trámite para interponer una denuncia o qué medidas se activan a partir de ésta, así como de otras iniciativas de apoyo como terapia psicológica o la tramitación de recursos económicos como ayudas periódicas. Nos encargamos, también, de ofrecer una atención integral a las personas dependientes de la víctima de género, ya sean sus hijos o personas mayores.
-¿Es frecuente que acudan al CIM familiares de víctimas de violencia que conocen la situación por la que están pasando estas mujeres?
-Lo habitual es que vengan las propias víctimas, aunque a veces atendemos a algún familiar que nos muestra su preocupación por la situación que está viviendo esa persona y porque quiere saber cómo puede ayudar. Lo primordial es, siempre, disponer de información.
-El año pasado quedaron sobreseidos 80 asuntos. ¿No la considera una cifra elevada?
-Sé que existe la polémica alrededor de las denuncias falsas de malos tratos. Pero insisto en que esas denuncias son un porcentaje muy, muy pequeño, en torno al 0,005%. Cuando una mujer acude a nosotros en busca de ayuda por un presunto caso de malos tratos, siempre hemos de creerla. Ya será un juez el que se encargue de dictaminar su hubo o no violencia de género.
-¿Es suficiente con una orden de protección y demás medidas como órdenes de alejamiento? ¿No se corre siempre el riesgo de que el agresor puede quebrantar esa orden?
-Es un recurso más y, en el caso de que el denunciado quebrante la orden de alejamiento, de prohibición de comunicación u otras, siempre hay que informar.
