Eva Morquezho abrió Baobab, en la calle Progreso de Silleda, en septiembre del año pasado, aprovechando el traspaso de lo que antes era un herbolario. Su formación estaba vinculada al arte, puesto que trabajó en varias galerías en Santiago. Pero tras quedarse en el paro, decidió hacer de su hobby, la cosmética natural, su nuevo trabajo.
-¿Qué productos podemos encontrar en la tienda?
-Tenemos, por un lado, productos de cosmética natural, como aceites esenciales y vegetales para el cuerpo, que no tienen parabenos, ni siliconas ni derivados del petróleo. Por otra parte, en el área de alimentación ecológica, estoy metiendo harinas y especias a granel, así como pasta y conservas ecológicas, de productores de un radio cercano, y miel de la Ribeira Sacra. También quiero impulsar la crianza natural, con por ejemplo juguetes de madera o talleres de porteo.
-En este medio año de funcionamiento ¿hay algún producto estrella, por su innovación o por su demanda?
-Triunfan mucho las harinas a granel, porque la gente vuelve a hacer pan en sus propias casas. También tienen una gran demanda bebidas vegetales de avenas, para los que no pueden tomar lactosa, o de arroz, porque no lleva gluten.
-¿Cuál es el perfil del cliente que acude a su tienda?
-En cuanto al perfil de clientes, tengo que decir que acuden tanto hombres como mujeres, porque ellos también se someten a dietas y precisan, por ejemplo, pasta de espelta, que es un tipo de trigo más digestivo que el tradicional. En cuanto a la edad, en el área de cosmética y alimentación lo normal es que mis clientes tengan entre 30 y 40 años, con niños que a lo mejor son celiacos o tienen dermatitis atópica, por lo que buscan productos los más naturales posible. Sin embargo, en las cuestiones de herbolario los clientes ya son un poco más mayores. La gente más mayor todavía conserva esa tradición de los remedios naturales, algo que me encanta. Por eso, desconfían de los fármacos y se fían más, se dejan llevar más, por los naturópatas. Es más, incluso hay médicos que también empiezan a recomendar ciertas infusiones para, por ejemplo, problemas digestivos. Quiero mencionar también que tengo clientes que están pasando por quimioterapia y que precisan consumir productos que les suban las defensas, como propóleo o jalea real.
-¿Sigue en vigor el sambenito de que los productos de herbolario y ecológicos son mucho más caros que los que se pueden adquirir en un supermercado?
-Hay que entender que un producto ecológico tiene más trabajo detrás al, por ejemplo, no usar pesticidas ni herbicidas. Pero hoy en día existen marcas muy asequibles de productos ecológicos, como una pasta cuyo precio es sólo 50 céntimos más caros que el de una pasta habitual. Tenemos que pensar que, muchas veces, un alimento digamos industrial tiene muchos menos componentes naturales que uno ecológico.
