El punto limpio de Lalín es uno de los 32 operativos en la provincia que más facilidades ofrece a sus ciudadanos para reciclar. La mayor parte de estas instalaciones tienen un horario de apertura limitado a varios días a la semana y en casos los usuarios deben contactar por teléfono para hacer uso del servicio al no tener establecido un horario de funcionamiento. Las dependencias ubicadas en el parque empresarial Lalín 2000 están operativas de lunes a viernes (de 9.30 a 14.00 horas) y los sábados, de 11.00 a 15.00.
Con veintiséis horas y media semanales, este servicio solamente se presta en mejores condiciones en el de Ponteareas, Valga, Vilagarcía de Arousa, Tui o los gestionados por dos empresas privadas en Vigo y en Pontevedra. Precisamente estos dos son los únicos de los 32 que funcionan en la provincia en cuya construcción no se implicó la Consellería de Medio Ambiente. El coste de ejecución de las más de una treintena de dependencias que fomentan el reciclaje de residuos particulares -los industriales deben ser gestionados por cada empresa o negocio- rebasa los 7 millones de euros.
Si nos ceñimos a las comarcas, en Deza y Tabeirós están operativos puntos limpios semejantes al de Lalín en A Estrada, Silleda, Vila de Cruces, Rodeiro, Forcarei y Cerdedo. Los habitantes de Agolada y Dozón carecen de una infraestructura en la que depositar sus desperdicios como los particulares procedentes de trabajos domésticos menores, que sí pueden ir a los puntos limpios. Aunque su existencia no implica la erradicación de los vertederos incontrolados en las comarcas, donde es más común de lo deseable toparse en medio del monte o cerca de los núcleos urbanos con acopios de útiles domésticos, ruedas, restos de obras, plásticos y otros residuos contaminantes.
El punto limpio lalinense es el único de las comarcas gestionado por una empresa privada, pues los demás son llevados directamente por los ayuntamientos. Construido en 2004 el personal que lo atiende pertenece a la UTE Lalín Sostible, adjudicataria del servicio de recogida de basura. El proyecto tuvo un coste de 240.197 euros. La instalación de A Estrada funciona desde 2003 en Ouzande y tuvo un coste de 255.457 euros. Su funcionamiento se limita a los jueves y viernes de 9.00 a 13.00 horas y los sábados, de 10.00 a 13.00 y de 16.00 a 19.00 horas. En Silleda se puso en marcha en Margaride en 2006 con un coste de 201.000 euros. Abre los miércoles y sábados de 9.00 a 14.00 horas. Hace cuatro años se habilitó este servicio en el polígono agroforestal de Cumeiro, en Vila de Cruces. Su horario de apertura se limita a los viernes de 9.00 a 13.00 horas y como en todos los de las comarcas su construcción fue impulsada por la Xunta, en este caso con casi 268.000 euros. Desde 2005 el Concello de Rodeiro cuenta con un espacio específico, denominado Illa ecolóxica, para residuos no peligrosos (plásticos, envases ligeros y de vidrio, papel y cartón, madera y restos metálicos del hogar, neumáticos, colchones, muebles y sofás), además de electrodomésticos y aparatos electrónicos. Su construcción costó 123.814 euros. Los usuarios tienen que llamar al consistorio para pedir cita previa, puesto que no abre ningún día. El de Forcarei (polígono de Cachafeiro) costó, en 2004, 232.000 euros, y abre los viernes de 10.00 a 13.00 horas y los sábados de mañana y tarde. El de Cerdedo funciona los miércoles de 9.00 a 14.00 horas y los sábados de 10.00 a 14.00. Situado en Figueroa fue impulsado hace 11 años, con un coste de 176.620 euros.
El más costoso -casi 600.000 euros- está en A Lama, fue construido en 2007 y está en manos de Urbaser. 13 de los 32 son gestionados por empresas externas y el de Mos, por la Confederación Galega de Persoas con Discapacidade (Cogami).
