Luis López niega que la Mancomunidade Terras do Deza esté paralizada, como denuncian los alcaldes de Lalín y Silleda, y alude a la tramitación de un proyecto de ahorro energético y al trabajo continuo que lleva a cabo la maquinaria en los cinco concellos. El presidente del ente supramunicipal contesta que "cualquiera puede pedir una reunión si lo estima oportuno" a las críticas de ambos regidores por la ausencia de citas de trabajo.

El alcalde de Rodeiro sostiene que "hay un ambiente cordial entre todos" y que no hay problema en "hablar" las veces que haga falta, pero entiende que no tiene sentido celebrar reuniones vacías de contenido. "No hay problema, somos todos uno, independientemente de haya un presidente y un vicepresidente, que, por cierto, es el alcalde de Silleda", apunta López. En cualquier caso, insiste en que se puede celebrar un encuentro cuando "cualquiera tenga alguna propuesta o entienda que hay una determinada línea de subvenciones a las que podríamos optar".

El alcalde rodeirense aclara que la entidad se mantiene activa y lo ejemplifica con la redacción de un proyecto de ahorro energético, financiado íntegramente con fondos propios, que contempla la sustitución de luminarias en los cinco municipios adheridos (Lalín, Silleda, Vila de Cruces, Rodeiro y Agolada). La iniciativa fue, precisamente, el motivo de la última reunión de alcaldes, celebrada en noviembre, y volverá a serlo de la que tiene previsto convocar el presidente para explicar como quedará el proyecto -una vez que finalice su elaboración- y proceder a su contratación.

Luis López habla también de la actividad de la maquinaria de la mancomunidad, que durante este mes y parte del que viene está en Lalín, como a menudo refleja su alcalde en las redes sociales. Así lo subraya su homólogo de Rodeiro, también muy activo, que atestigua la actividad de las máquinas. "Lalín y Silleda son los que más pagan y, por tanto, son también los que más tiempo las tienen", apostilla.

El mandatario pone en valor el trabajo que realiza la mancomunidad, al tiempo que alega que "difícilmente podemos tratar de dar más servicios si no aumentamos las aportaciones de los socios". Cree que no hay motivos para que nadie abandone el ente ni mucho menos para disolverlo. "Lo que aportamos los concellos no llegaría ni de lejos para cubrir los servicios que presta", afirma.