El alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, mantuvo ayer por la mañana un encuentro con los vecinos de la parroquia de Añobre. El motivo de la visita se debe a que el gobierno local prevé construir un nuevo cementerio en la zona, debido a que el actual se encuentra prácticamente al borde de su capacidad. El nuevo camposanto se ubicará en una parcela propiedad del Concello, por lo que no será necesario efectuar expropiaciones, y a 500 metros del sacramental actual.

Tras el encuentro de ayer, los vecinos mantendrán una nueva reunión para decidir cuántos panteones precisan las familias, y trasladar la cifra al ayuntamiento, a lo largo de la semana que acaba de comenzar. Desde la administración local, por su parte, habrá que redactar un plan de adaptación de servicios, ya que la parcela en la que se ubicará el nuevo cementerio se encuentra sobre suelo rústico. El alcalde explica que también es necesario solicitar diversos permisos a la Xunta para construir esta dotación, y que el cementerio nuevo pasará a ser, como es obvio, de titularidad municipal, pero los nichos no serán cedidos, sino que deberán ser adquiridos por los vecinos que los precisen. Se dispondrá de un plazo de 10 años para clausurar el actual.

Esta mejora en la parroquia de Añobre se suma a la que se llevó a cabo a principios de siglo en Sabrexo, mediante la que se desafectó un camino para que los vecinos pudiesen ampliar el camposanto.