Ochenta devotos del kayak se reúnen este fin de semana en Lalín con motivo de la Xuntanza Galega de Augas Bravas, que tiene su punto de encuentro en el pabellón municipal de deportes. Las pruebas, de carácter no competitivo, dieron comienzo el viernes en el curso medio del río Arnego y continuaron ayer en un tramo del Deza. Aunque el temporal de nieve no ha impedido las actividades, podría condicionar la agenda de hoy.

La organización del encuentro corre a cargo de los propios aficionados con la colaboración de varias asociaciones de piragüismo y del Concello de Lalín. Desde la organización de la prueba destacan el buen ambiente reinante durante las distintas actividades desarrolladas, a pesar de las inclemencias meteorológicas, que añadieron más dificultad aún a unas pruebas ya de por si arriesgadas. La participación se llevó a cabo en grupos y discurrió sin que se produjesen incidentes entre los participantes.

Desde el curso fluvial del Deza, los kayakistas se trasladaron ayer por la tarde hasta el pabellón lalinense para asistir a una conferencia impartida por la Asociación en Defensa del Piragüismo y Usos Recreativos del Agua (Aepira), a quien se destinó parte de la recaudación para colaborar en sus objetivos. Al finalizar la sesión didáctica, los participantes disfrutaron de una velada de confraternidad.