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Gonzalo Álvarez Jurado: "Los hijos de Felipe VI y Letizia tienen un coeficiente cero de consanguinidad"

"La endogamia acabó con la dinastía de los Austrias españoles"

Gonzalo Álvarez, ayer, durante su conferencia en el IES Aller Ulloa de Lalín. // Bernabé/Javier Lalín

Los alumnos de Bachillerato y de cuarto de ESO del IES Aller Ulloa de Lalín asistieron ayer a una interesante conferencia impartida por el catedrático Gonzalo Álvarez Jurado. Este biólogo y genetista les habló sobre la dinastía de los Habsburgo, los Austrias españoles, que gobernaron los vastos territorios del Imperio Español desde 1516 hasta 1700, fecha del fallecimiento de su último monarca, Carlos II.

-¿En qué centró su conferencia a los alumnos del IES Aller?

-En la extinción de los Austrias españoles en 1700 por la consanguinidad. Era una hipótesis que plantearon en su momento varios historiadores, y ahora nosotros, en la facultad, nos dedicamos a un análisis genético de todos los reyes para establecer ese grado de consanguinidad. El nivel fue subiendo a más del 25% en el caso del propio Carlos II. La abundante información disponible sobre el linaje de los Austrias permite un análisis de la hipótesis de la consanguinidad desde una perspectiva genética. El cálculo de los coeficientes de consanguinidad de los reyes y sus hijos a partir de un extenso árbol genealógico ofrece la oportunidad de cuantificar el nivel de consanguinidad alcanzado en el linaje, así como sus efectos sobre la mortalidad de los infantes reales.

-¿Dónde estuvo la causa?

-Los matrimonios consanguíneos eran muy habituales tanto en la Edad Moderna como en la Antigua. El caso de los Austrias españoles fue muy significado, pero también pasó en otros reinos. Los Borbones también tuvieron ese problema porque por motivos políticos se producían enlaces entre familiares.

-¿Sucede todavía hoy?

-Ya no. Por ejemplo, el rey Felipe VI al casarse con la reina Letizia significa que sus hijos tienen un coeficiente cero de consanguinidad. Nosotros somos los únicos en toda Europa que realizamos este tipo de trabajos, y pienso que en todo el mundo. Hace un par de semanas salieron unas declaraciones nuestras en la BBC con motivo de un documental sobre la Historia de España, lo que nos resultó algo bastante impactante.

-¿En qué dinastía tienen previsto acabar con sus trabajos?

-Este es un mundo sin límites porque tenemos por delante a todas las dinastías del mundo para poder analizarlas. La consanguinidad ya era habitual en el Antiguo Egipto (no en vano, Cleopatra era hija de hermanos, y con su hermano se casó), pero al tratarse de personajes que vivieron hace más de 2.000 años tampoco era fácil seguir un rastro fiable. Ese problema no se daba en las dinastías reales de la Edad Moderna, y de ahí surgió en 2009 nuestra idea cuya conclusión es contundente: la endogamia acabó con la dinastía de los Austrias.

-¿Cómo es que un biólogo acaba metido tan de lleno en una investigación histórica como esta?

-Todo pasa porque el problema es puramente genético. Además, te tiene que gusta tanto la historia como el arte, algo que en mi caso se cumple con creces. Soy genetista y, como digo, amante de historia, por lo tanto, para mi se trata de un trabajo tan apasionante que soy incapaz de dejarlo de lado.

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